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Göbekli Tepe ¿El Jardín del Edén Bíblico? (Episodio II)

Göbekli Tepe es el templo de piedra más antiguo que existe, y muchos creen que podría tratarse del Jardín del Edén (tema ampliamente expuesto y explicado en Post Redux I: El Árbol de la Vida), donde la llegada de la élite gobernante, los supuestos Observadores o Vigilantes del Libro de Enoch (tema tratado en los Episodios «La Caída de los Dioses»), dieron a la especie mortal el conocimiento prohibido, que cambió para siempre la manera de pensar acerca de la vida, de la muerte, de los dioses.

El conocimiento adquirido por Adán y Eva, fue adquirido demasiado pronto, motivo por el que fueron expulsados del Jardín del Edén.  Este vergel, se cree debía haber estado cerca del Lago Van, una isla en el mar al este de Turquía. El egiptólogo David Rohl,  que excava en Göbekli Tepe junto al Dr. Schmidt, afirma que se trata del Edén bíblico. En Sanliurfa, además de Göbekli Tepe, también existe otro asentamiento que data del milenio IX a.C. (hace 11.000 años), llamado Nevali Çori.

Este asentamiento se construyó 500 años después de Göbekli Tepe. El edificio central, ha sido datado en el año 8.000 a.C., y consistía en un templo de 13 piedras, con un enorme monolito en el centro. El diseño del templo ha sido equiparado al Templo de Kalasasaya (Bolivia). ¿Cómo puede ser que edificaciones que se encuentran unas de otras a miles de km, tengan tantos paralelismos y coincidencias?.

En Perú, se encuentra la Cordillera de los Andes (la más larga de la Tierra), entre sus montañas, los incas establecieron su capital, Cuzco. A casi 4.000 metros de altura, se encuentra la fortaleza de Sacsayhuamán (que significa «cabeza de halcón»).

Al igual que muchas edificaciones de este tipo, y al igual que Göbekli Tepe, esta obra representa un trabajo de cantería inexplicable. Según los datos científicos, la parte más antigua de Sacsayhuamán, fue construida por la cultura Quilque. Pero los incas estaban convencidos, que el lugar había sido construido mucho antes por una raza muy superior y desconocida, bajo la dirección de un poderoso dios que descendió de los cielos.

Sacsayhuamán está construida por enormes bloques de piedra, las más grandes tienen 9 metros de alto x  5 metros de ancho x 4 metros de grosor, alcanzando las 350 toneladas. La mayoría de los bloques de granito miden 5 metros de alto x 10 metros de ancho. El granito está formado por feldespato, mica y cuarzo, esto significa que se necesitaría de la dureza del diamante para poder cortar los bloques. Y visto el tamaño de las piedras, debían disponer de abundante cantidad de diamantes o poseer una tecnología más avanzada, una tecnología que no poseían en esa época ni en este mundo.

Además, para mover esas toneladas de roca en un lugar tan elevado, parece realmente inviable que no utilizaran maquinaria. Para mover una tonelada de piedra, se necesitan unos 15 hombres, así que para mover piedras de 350 toneladas, se necesitaría sólo para ese bloque, más de 5.000 hombres. No tiene sentido. ¿Cómo se puede conseguir coordinar a tantas personas, tanto en espacio como en la ejecución del trabajo, y sólo para mover una roca?. La localización de Sacsayhuamán se encuentra a bastante altura, así que transportar los bloques sería muy complicado, por terreno escarpado y abrupto. Y no sólo habría 5.000 hombres, sino que debería trabajar mucha más mano de obra para transportar varios bloques al mismo tiempo. No hay espacio suficiente para ello.

La forma en que han sido colocadas unas con otras, recuerda mucho a la disposición de las piedras en las pirámides de Egipto, con la diferencia que las piedras de Cuzco, parecen formar un rompecabezas, para que encajaran unas con otras perfectamente.

Hay indicios que en muchos bloques, se aplicó una gran cantidad de calor para moldear la roca, y así encajara en la forma que querían. Estos enormes bloques, muy difíciles de cortar, parecen haber sido moldeados con suma facilidad. ¿Qué fuente de calor utilizaron para hacerlo?. Obviamente, el calor que proporciona una fogata no es suficiente. Estamos hablando de una fuente de calor muy elevada, como el láser.

Los lugareños cuentan que fue una «criatura alada» (alguien que provenía de los cielos), quien construyó la ciudad. Esa criatura traía consigo una sustancia química capaz de derretir la piedra. Esta criatura que bajó de los cielos, fue llamado Viracocha.

Viracocha es el dios más importante de los Andes. Cuentan que Viracocha tenía un «compañero alado», el pájaro Inti, una especie de pájaro mago, conocedor de la actualidad y del futuro. Inti es el nombre en quechua (lengua andina hablada en lugares de Perú, Bolivia, Chile, Colombia y Ecuador) del Sol. Obviamente, Viracocha no viajaba sobre ningún pájaro. ¿Qué tipo de «pájaro», con la capacidad de volar. puede ser conocedor del futuro y viajar a las estrellas, fuera de este mundo?. ¿No es esto una descripción de la capacidad de ese «dios», para reflejar que tenía los medios para viajar en el tiempo y de poseer un artefacto capaz de volar?.

Las descripciones que existen de Viracocha, no concuerdan para nada con los rasgos típicos de esa zona. Viracocha tenía una larga barba y era de piel muy clara. Vestía con una túnica blanca, y tenía conocimientos muy avanzados de ciencia y «magia». Seguramente, esa «magia», hace referencia a que dominaba la química. En aquella época, un conocimiento avanzado en esta materia, es lógico se confundiera con la magia.

Viracocha enseñó matemáticas, arquitectura, astrología y astronomía, incluso a crear comunidades pacíficas y a convivir. Es muy curioso que la historia de Viracocha, sea tan parecida, por no decir idéntica, con las historias egipcias de Osiris o la de Quetzalcóatl (dios mesoamericano). Después del diluvio, aparecen estos seres suprainteligentes, con rasgos físicos muy alejados de los hombres de la Tierra, y que cambiaron la historia proporcionando un salto evolutivo sin precedentes.

Volviendo a Göbekli Tepe, existe un debate sobre qué representa realmente este sitio. David Rohl, quien excava en la zona junto al Dr. Schmidt, cree que el Jardín del Edén era un lugar real, y que el Antiguo Testamento es una guía que nos puede llevar a localizarlo. En su libro «Legend», David Rohl sitúa el Jardín del Edén de Adán y Eva al norte de Irán, cerca del lago Urmía. Rohl se apoya en los capítulos segundo y tercero del Génesis, que hablan del Jardín del Edén como si fuera un destino vacacional terrenal. Se mencionan puntos cardinales, así como regiones colindantes. Hay referencias a cuatro ríos que nacen de la zona, dos de ellos son el Tigris y el Éufrates.

En la Biblia, se cuenta que fue Adán el primero en trillar el grano de la cosecha, prueba que los expertos manejan para estipular dónde tuvo origen la agricultura, y las pruebas dicen que  fue en el curso superior del Tigris y el Éufrates donde se inició, exactamente en la región que precede a las cordilleras de Tauro y Zagros, en la zona fronteriza entre Irán, Irak y Turquía, donde tuvo lugar esta revolución cultural donde se asentó Göbekli Tepe hace 11.000 años. Este momento de la historia, fue crucial para que el homo sapiens, hasta entonces nómada y cazador, dejara las armas para dedicarse a la agricultura.

El Jardín del Edén, siempre se ha dibujado e interpretado como un lugar muy verde, seguramente por el concepto y la imagen que tenemos de lo que es un jardín. Pero en aquella época, se refería a un lugar donde se vivía de forma apacible, un lugar donde se trabajaba de forma pausada, tranquila, pero no tenía por qué ser verde, ni lleno de árboles ni nada parecido. En el Génesis 2:15, se dice literalmente que Adán recibió el encargo de «cultivar y conservar» el Edén, cuidar de los árboles y las plantas.

En Göbekli Tepe, apareció una pequeña placa de esteatita que mide cuatro cm de alto y parece ser una placa identificativa. Lleva grabados dos símbolos: un árbol y una serpiente. Estos dos símbolos son los que aparecen en muchos mitos antiguos. En lo que respecta al Jardín del Edén, el Árbol de la Vida y el Árbol de la Sabiduría son símbolos esenciales, además de la serpiente que tienta a Eva a probar del árbol.

Según Ezequiel 28:14, el Jardín del Edén estaba emplazado en un Monte Sagrado, como el de Göbekli Tepe. También la Biblia hace mención a que la gruta del nacimiento de Abraham, se encuentra en la ciudad de Urfa, apenas a 2 km de distancia de Göbekli Tepe. Esta gruta es conocida como el yacimiento de Balikligöl, y en su interior se encontró una escultura que incrementa el misterio de todo lo que rodea a Göbekli Tepe.

Esta es la primera escultura conocida de la humanidad, datada en el año 9.500 a.C. En esa época, el ser humano, el homo que dominaba el planeta, no sabía esculpir la piedra, cincelarla, pulirla… nada. ¿Quién fue el escultor de esta figura?. Su altura de 2 metros, parece indicar que hacía las funciones de un tótem, presidiendo el complejo donde todos lo pudieran ver. Las dos franjas del pecho en forma de «V», indican que no es una figura desnuda, sino que lleva puesto un ropaje. En esa época, las ropas de los hombres que vivían en esa zona, eran harapos, telas muy simples. Pero en la estatua de Balikligöl, se observa que no es un harapo, sino más bien una vestimenta mucho más compleja. ¿Es posible que haga referencia a una especie de traje espacial?.

El rostro es sobrecogedor. Los ojos negros y profundos, han sido rellenados en la actualidad con dos piedras de obsidiana. Puede producir el doble efecto de sosiego y de inquietud. Su postura y su mirada es la de un vigilante, alguien que controla todo lo que sucede a su alrededor, y no como simple observador, sino como alguien que analiza la situación para tomar decisiones. Quizás por eso, no aparezca rastro de la boca, su presencia intimidatoria, de superioridad, es suficiente para ganarse el respeto y el temor de los demás, sin tener que dar órdenes.

En el Antiguo Testamento, se dice: «Entonces el Señor Dios modeló al hombre de arcilla del suelo, sopló en su nariz aliento de vida…». En Nevali Çori, han aparecido un gran número de figuras de arcilla cuyo origen se remonta al año 8.500 a.C. Un sello de 4.000 años de antigüedad (que se encuentra en el Museo Británico de Londres), muestra dos personas sentadas junto al Árbol de la Vida de siete ramas. Detrás de la mujer se enrosca una serpiente. Este sello, es conocido como el «sello de Adán y Eva«, aunque se  cree puede representar a una pareja de héroes, muchos ven indicios que apuntan que sean la primera pareja de seres humanos procedentes de Oriente.

Si el Jardín del Edén existió realmente, Göbekli Tepe parece ser el enclave donde los primeros homo sapiens lograron un conocimiento más avanzado, un salto evolutivo muy pronunciado, donde homos cazadores y provistos de armas, abandonaron éstas y repentinamente, tuvieron acceso a la astronomía, arquitectura, astrología, matemáticas. De la «nada», crearon herramientas muy precisas para la construcción de fortalezas y ciudades, para pulir y trabajar la piedra, el granito, transportar ingentes bloques, esculpir figuras, y que esas figuras se correspondan con constelaciones de forma precisa.

Los mayores núcleos religiosos del mundo, son la meta de los peregrinos. El Vaticano, Jerusalén, La Meca, Bodh Gaya, son lugares espirituales para conmoverse y admirar su grandeza. Göbekli Tepe es el primero de todos esos lugares, o por lo menos, eso parece evidenciar.  Todos los pilares están hechos de piedra caliza en forma de letra T mayúscula. Los pilares en forma de T, se cree representan figuras humanas estilizadas, como parecen confirmar los brazos esculpidos que parten de los «hombros» de algunos de ellos, con las manos dirigidas hacia el vientre. Esos hombres desnudos, y la parte del «bajo vientre» tapada, puede hacer referencia a cómo era la vida allí, muy similar y con muchas coincidencias y paralelismos con las figuras de Adán y Eva. Todos miran al centro del círculo, como en una reunión o una danza, representando seguramente algún ritual religioso. Las figuras humanas representadas podrían estar protegidas por los animales que están tallados en ellas.

No existe  ningún indicio de asentamiento, ni pueblo en los alrededores. Algo muy extraño, ya que fueron necesarios miles de personas para tallar y le­­vantar los pilares. ¿De dónde venía toda esa gente?. Y más cuando no había agua en esa zona, donde el reducto de agua más cercano estaba a 5 km. Es decir, si Göbekli Tepe fue construido por los aborígenes de esa zona, necesitaban un sitio donde descansar a la sombra, con agua abundante para hidratarse y alimento para reponer energías, pero no existe nada de eso, ni un  solo rastro. Ni casas, ni posibilidad de agricultura, ni pozos… nada. Tampoco se ha encontrado ninguna zona reservada a los más ricos, a las personas que presuntamente organizaban la construcción, ni tumbas… no se ha encontrado nada alrededor de Göbekli Tepe.

Las conclusiones del director de las excavaciones, el DrKlaus Schmidt del Instituto Germánico de Arqueología de Estambul, son realmente asombrosas. El Dr. Schmidt afirmó después de haber excavado durante años en Göbekli Tepe, que una élite gobernante de base sacerdotal muy astuta y extremadamente poderosa, supo cómo manipular con facilidad y motivar a la población local, para que trabajaran para ellos.  Esta primera afirmación, coincide con las conclusiones del famoso arqueólogo Zecharia Sitchin, quien  aseguraba que construcciones como las pirámides de Egipto, fueron levantadas por mentes de otros mundos, utilizando a la especie homo para hacer de «animales de carga». Para crear seres más avanzados, modificaron genéticamente la especie, de ahí el salto cuántico evolutivo que experimentó la raza humana.

De repente, de la noche a la mañana, esas «bestias» por ciencia infusa, dejan las armas de caza, y empiezan a edificar una ciudad-templo, a transportar enormes pilares por terreno escarpado, a esculpir esos bloques y tallar figuras. Y esas figuras forman complejas disposiciones de los cielos, de las constelaciones, del  ciclo de precesión, creando figuras antropomórficas, posicionando sobre el terreno los enormes pilares en círculos perfectos, creando un complejo para ser visto desde tierra y desde el aire.

Y mientras construyen la ciudad-templo, se denota que no eran  simples bestias, sino que tienen conocimientos avanzados de matemáticas, arquitectura, astrología y astronomía, etc. Pero hay algo curioso, cada vez el trabajo se hace peor, menos preciso, como si los primeros ejemplos los hubiera realizado el maestro, y los siguientes los alumnos. ¿No es más lógico pensar que ese salto evolutivo tan abismal, fue dado por alguien y no adquirido de forma inexplicable?. Y esto no sólo ocurrió en Sanliurfa, sino que ha ocurrido en Sudamérica y Centroamérica, en Europa y Asia… mismas o parecidas construcciones, surgidas de la nada. Ciudades levantadas con enormes bloques de piedra, toneladas transportadas por ríos, por desiertos, por lugares escabrosos, en montañas… y no se sabe cómo.

Y en todas esas ciudades, los mitos y las historias nos retrotraen a iguales acontecimientos. Seres que bajan de los cielos, con grandes poderes, tomados como dioses, levantan ciudades con mano de obra humana, enseñan a nuestra especie disciplinas desconocidas, incluso les enseñan dónde están situadas estrellas que no se podían ver a simple vista. Y en un espacio corto de tiempo a nivel evolutivo, todo cambia, todo se transforma, ya nada es lo mismo. Y tal como esos dioses vinieron, se fueron.

Los textos antiguos, las creencias religiosas, están basadas y alimentadas por muchos de estos mitos e historias, que han sido interpretados dándole un nuevo sentido. Parece muy probable que Göbekli Tepe fuera el Jardín del Edén, y allí fue donde los primeros humanos se crearon. Y si nos atenemos a los datos, parece ser así. En esa época la especie homo se acercaba más bien a las bestias que a la razón y al pensamiento. Con la creación de Göbekli Tepe, un nuevo nacimiento surge, un nuevo ser humano que crece en un lugar apacible, trabajando la tierra, y poseedor de un conocimiento antes vedado.

Este conocimiento, se asemeja al Árbol del Conocimiento del cuál obtuvieron el fruto, y que acercó al hombre a los dioses, y esto fue un pecado. ¿Es esta la razón de que se tuviera que enterrar la ciudad?. ¿Fue un castigo de los dioses por haber intercedido en nuestra especie, dotándola de un saber que no les correspondía?. Actualmente, cuando pensamos en la posibilidad de viajar en el tiempo, siempre se piensa que no debemos interceder en la evolución de los seres que viven en la época, para no desvirtuar el proceso lógico y natural de los acontecimientos. ¿No es probable que esto fuera lo que ocurriera, que los seres que bajaron de los cielos, no debían interceder en la evolución en la Tierra y sí lo hicieron?.

Y al hacerlo, nos entregaron el conocimiento que ellos poseían. Y este acto, según aparece en el Libro de Enoch y en diferentes textos antiguos, fue lo que llevó a los jefes a determinar el castigo, a quedarse aquí en la Tierra, a ser mortales y morir como nosotros, a involucionar como especie. Y fue en ese momento, según relata Zecharia Sitchin, cuando decidieron mezclarse con nuestra raza, creando una especie mejorada. Por este motivo, no hay una secuencia lógica en los descubrimientos arqueológicos, con demasiados eslabones. Por este motivo, se hallan homínidos cada vez más antiguos, edificaciones más antiguas, porque esta raza estuvo aquí mucho tiempo antes, y los arqueólogos no consiguen cuadrarlo en su escala evolutiva.

Y no lo consiguen porque descartan esta posibilidad, descartan la posibilidad que todo provenga de otro mundo. Por eso, no consiguen encontrar las respuestas a muchas preguntas, y teorizan sobre todo, porque las dataciones, la astronomía, las evidencias les contradicen. Ellos deben posicionar todo en unos tiempos determinados, pero no pueden hacerlo, porque saben que si lo hacen, que si ceden, deben cambiar toda la perspectiva que tienen, y habría que cambiar toda la historia antigua.

Pero cada vez más, aparecen científicos y arqueólogos que están dando un paso adelante, gente admirada, seria, respetada, eminencias de universidades, profesores, que abren esa puerta, porque apoyados por los datos, encuentran respuestas lógicas amparadas por todas las pruebas. Muchas veces parece increíble que miles de millones de personas, a lo largo de la historia, crean y tengan tanta fe en un dios todopoderoso, en un creador único omnipresente, cuando no existe ninguna prueba de su existencia.

En cambio, cueste creer que el salto cuántico, el avance evolutivo que experimentó el homo, su legado en forma de ciudades mastodónticas, cuando no poseía conocimiento alguno de nada, fuera porque sí, sin pensar que todas las civilizaciones nos hablan de dioses que bajan de los cielos, y son los responsables y creadores de todo. Los libros dicen que las civilizaciones y la vida avanzada comenzó alrededor del año 3.500 a.C. ¿Y qué ocurre con todas las edificaciones, textos y manuscritos anteriores?. No tiene ninguna lógica.

Göbekli Tepe es otra prueba más, una prueba tangible, que se puede ver y tocar, que se puede estudiar y analizar, que demuestra que hay que revisionar muchas cosas que damos por hechas. Las civilizaciones son mucho más antiguas de lo que nos dicen, y su aparición, avance e inteligencia, que apareció en un espacio de tiempo increíblemente corto, no surgió de la nada, sino que fue dado por dioses que bajaron de los cielos según relatan todas las culturas.