¿Estamos ante una Eugenesia Cósmica?. La eugenesia, defiende la mejora de los rasgos hereditarios humanos, mediante diferentes intervenciones. Las metas perseguidas han variado entre la creación de personas más sanas e inteligentes y el alivio del sufrimiento humano. Los medios antiguamente propuestos para alcanzar estos objetivos, se centraban en la selección artificial, mientras los modernos se centran en el diagnóstico prenatal y la exploración fetal, la orientación genética, el control de natalidad, la fecundación in vitro y la ingeniería genética. La eugenesia cósmica, es la responsable del genocidio de razas y culturas consideradas inferiores, de la extinción masiva de homínidos y pueblos, para dar paso a una especie híbrida mejorada. La selección artificial de seres humanos, fue sugerida desde épocas muy antiguas, por Platón. ¿Es el ser humano actual, el resultado de un proceso similar?. ¿Somos creaciones artificiales, en constante cambio y modificación por seres de otros mundos?.
Desde el comienzo de este blog, he analizado documentos, construcciones, textos, religiones, agroglifos, biología, acontecimientos históricos, profecías, mitos, etc… en busca de pruebas empíricas, que corroboren, o por lo menos, que nos den indicios, de la existencia de vida más allá de nuestro planeta. Todos los datos que encuentro, analizo y reflexiono de la forma más objetiva que puedo, siempre me llevan a la conclusión, que existen demasiadas pruebas que no se pueden obviar. ¿Eran los dioses que aparecen en las leyendas de civilizaciones antiguas, seres que provenían de otros mundos?.
La Biblia nos dice: «haremos al hombre a nuestra imagen y semejanza», empleando el plural, como si la frase surgiera de una conversación entre varias personas, no de un Dios único que hubiera dicho: «haré al hombre a mi imagen y semejanza». Y, ¿cómo podrían otros seres hacernos a su imagen y semejanza?, sin el poder Creador, dador de vida, del que carecemos como simples mortales, la única manera que tendrían sería mediante modificaciones genéticas, manipulando el genoma, para crear una evolución rápida de la especie, con la capacidad de «tirar a la basura», aquellos errores , que provoquen que la especie se encamina donde no se desea, y con el poder de reparar ese error genético, para crear una especie homo inteligente y avanzada. Esto explicaría los saltos cuánticos, evolutivos e inexplicables, de tantas especies homínidas, que se desconocen su evolución y su procedencia (lo que llaman comúnmente como eslabón perdido, un eufemismo para decir que no tienen ni idea de la procedencia de esa especie).
Hay pruebas bajo tierra, en los cielos, dentro de nosotros, en textos de diferentes idiomas, en los campos, en pueblos abandonados, en pequeñas islas, en nuestras ciudades, en cada religión, en cada descubrimiento y avance científico, en grabaciones, en mitos transmitidos desde las primeras generaciones de hombres, de tribus que desconocen la tecnología, pero conocen estrellas que no pueden ser vistas por el ojo humano, porque sus «dioses», les dijeron que estaban allí. Si existe un Dios Todopoderoso, ¿todo su poder se ha centrado solo en nosotros, en supervisar la vida de cada persona, sus actos (para castigarle o perdonarle), nuestros designios y destino, y tener abandonado el resto del Universo?. No tiene sentido, así que busquémoslo.
En Tortuguero (Tabasco – México), se encuentran las ruinas de una ciudad maya, datada entre el 900 a.C. y el 250 a.C. Allí, se encontraron varios escritos mayas. Estos jeroglíficos, se basaban en un lenguaje y un sistema de escritura totalmente desarrollado. David Stuart, experto en glifos mayas, descifró en abril de 2.006, unas inscripciones en el monumento 6, considerado por muchos, la mayor prueba de la profecía maya que anuncia el «fin de los tiempos» para el 21 de diciembre de 2.012.
El análisis de todo el Monumento 6, muestra que su objetivo principal, es el relato sobre los sucesos que ocurrían mientras gobernaba B’ahlam Ahau. El Monumento 6 no dice que se vaya a terminar el mundo, señala el fin de un ciclo y la llegada de otro. La nueva Era, estaría a cargo de un nuevo Señor, Bolon Yookte K’uh (Dios de los Nueve Pasos). El calendario dice, que ese día, los dioses volverán a la Tierra. Los glifos, realmente dicen; «descenderá glorioso el dios Bolon Yookte». Este Dios creó la inteligencia humana.
El calendario maya empieza el 11 de agosto del año 3.114 a.C. Pero en ese año, los mayas aún no existían. ¿Por qué el calendario maya empieza a contar desde esa fecha?. Según el libro Chilam Balam, (Balam significa Brujo o Mago, y Chilam es el título que se daba a la clase sacerdotal que interpretaba los libros y la voluntad de los dioses), el 11 de agosto del 3.114 a.C., fue el día que el camino de las estrellas bajó del cielo, y los 13 dioses descendieron a la Tierra. Esta, es una referencia directa, de que alguien del exterior, vino a nuestro planeta. Los 13 dioses, pueden hacer referencia a las 13 calaveras de cristal (que comenté en el capítulo «Ooparts»), donde reside el conocimiento que aún no poseemos, y que una vez todas las calaveras estén unidas, se desvelarán secretos que cambiarán nuestra mentalidad, y el concepto que tenemos del mundo, del Universo, y de nuestra existencia.
Es común encontrar en todas las religiones existentes, la idea de que la civilización, tendrá un tormentoso final. En el caso de la Biblia judeocristiana, en su último capítulo, en el Libro de las Revelaciones, se narra que un ángel del Señor, se le apareció al apóstol Juan en la isla de Patmos (Mar Egeo, Grecia), y le reveló algunas visiones del futuro, donde Dios regresará a la Tierra el último día, para juzgar a toda la Humanidad. Ese día, aparecerán los ángeles sobre la Tierra, que castigarán a los seres humanos, desatando terremotos, tempestades, y terribles catástrofes.
En 1.947, se encontraron en unas cuevas del desierto de Judea, cerca de 900 documentos, conocidos como Los Manuscritos del Mar Muerto. De todos esos manuscritos, hay uno, llamado El Manuscrito de la Guerra, que describe con gran detalle, una futura guerra apocalíptica entre las fuerzas de la luz, contra las fuerzas de las tinieblas.
Es un antiguo plano del arte de la guerra escrito en la época de Cristo, por los Esenios, una tribu judía que se remonta a la época de Esén (hijo adoptivo de Moisés y nieto de Aarón), y supone una guerra entre los Hijos de la Luz, liderados por el Arcángel Miguel, y los Hijos de la Oscuridad, guiados por Belial (hijo del Infierno). Habla de 7 batallas que nos llevarán irremediablemente al fin del mundo.
Hace 75.000 años, en Indonesia, erupcionó el volcán Toba, que provocó un cambio climático que casi extingue a la raza humana. Lo más peligroso de este tipo de erupciones, es el polvo volcánico que se queda atrapado en la atmósfera, haciendo la función de un escudo que no deja penetrar los rayos del Sol, enfriando el planeta. Si perdura mucho tiempo esa situación, los organismos vivos desaparecen. Las plantas no harían la fotosíntesis por la falta de luz solar, la vegetación moriría, los animales que dependen de ellas morirían por falta de comida, y el ser humano se vería abocado a su desaparición. Todos los organismos vivos se extinguirían.
Cuando se da una situación de este tipo, un suceso catastrófico que reduce drásticamente la diversidad de las especies, se denomina cuello de botella genético. El homo sapiens (es decir, nuestra especie), ha sufrido este fenómeno en dos ocasiones, donde la población mundial se redujo a unos 3.000 homo sapiens solamente, prácticamente al borde de la extinción. Estos patrones se han ido sucediendo a lo largo de la Historia de la Tierra. Ha habido cinco extinciones masivas, donde la especie dominante se extinguió, desde organismos marinos, hasta los dinosaurios. ¿Y la especie «homo» por qué ha logrado sobrevivir?.
La especie humana, en su desarrollo, repentinamente, realizó un salto cuántico. De estar en cuevas, a pasar a construir pirámides y ciudades enormes. De ir a caballo, a pisar la Luna en menos de 100 años. Estos saltos evolutivos tan enormes, son imposibles en un proceso normal. ¿Son estos acontecimientos casuales?, o ¿existe una intervención exterior, para que la especie «homo», evolucione más rápidamente, por motivos que aún desconocemos?. Esta intervención exterior, vendría dada por dos factores fundamentales: 1.- extinciones masivas de seres humanos (guerras, enfermedades, cataclismos, etc…) y 2.- mediante modificación genética.
En la Biblia, aparecen acontecimientos, que analizados detalladamente, revelan hechos de esta índole. Diluvios, pueblos devastados, inundaciones, etc. Y en ellos, se sugiere, que se hace porque el ser humano es imperfecto. ¿Puede ser que las modificaciones genéticas, para un desarrollo evolutivo más acelerado, no dieran los resultados esperados, y decidieran exterminar ese «error»?. ¿Cuántos eslabones perdidos, aparecen en el árbol genealógico homínido?. Siempre que se encuentra una especie homínida nueva, que no concuerda con ninguna otra que conocemos, los expertos no saben dónde ubicarla realmente, cómo surgió, de quién evolucionó, y simplemente, ramifican otra rama para insertarla en el árbol, solo para que esté catalogada, pero es una especie condicional, no sujeta a conclusiones definitivas y concluyentes.
NOTA: En el capítulo dedicado al Arca de Noé, se detalla y analiza la intervención exterior de ese Diluvio Universal, cuál era el plan final, y qué representa realmente el arca.
Cuando ocurre una catástrofe natural, de proporciones épicas, que sesga la vida de miles de personas, se han filmado, o se ha informado a la prensa, o las autoridades, de avistamientos en esos puntos concretos, un día antes, o el mismo día del suceso, de luces o aeronaves no identificadas, que sobrevolaban la zona. ¿Es esto simple casualidad, o estamos ante un control de población exhaustivo, planificado, para unos intereses o una finalidad que no comprendemos?. Desde hace años, el ser humano, está intentando, en proceso de estudio y experimentación, modificar el tiempo, poder crear lluvias en zonas donde apenas llueve, poder controlar tormentas y tornados. Si el ser humano, ya lo está intentado, ¿no sería probable, incluso lógico, que seres de otros mundos, con la capacidad tecnológica de modificar el espacio-tiempo, posean también la tecnología y los conocimientos para alterar un planeta, provocando tsunamis, erupciones volcánicas, diluvios, sequías, terremotos, etc..?.
El tsunami del 26 de diciembre de 2.004, en Indonesia, causó 240.000 muertes. Un par de días antes, muchas personas de la zona donde llegó el tsunami, alertaron al periódico «India Daily«, de numerosos avistamientos de luces sobrevolando el mar donde se originó el terremoto, antes de producirse, y en el momento que se produjo. Algunos teóricos, sostienen que esas luces, aparecen determinadas por la fricción de las placas tectónicas. Es lo que se conoce como «luces de terremotos«, un fenómeno aéreo luminoso, similar en apariencia a una aurora boreal, que aparece en el cielo sobre o cerca de áreas de actividad sísmica o erupciones volcánicas. Son especialmente visibles por la noche. Existen varias teorías que tratan de explicar este fenómeno, aunque es un completo misterio para la ciencia. Es decir, si fuera un hecho natural, que surge por el fenómeno en sí, no se sabe por qué sucede, no hay una teoría plausible, solamente existen conjeturas. ¿Por qué?. Porque es más fácil atribuir esas luces a hechos naturales, que confirmar o sugerir, que son luces artificiales, de objetos que desconocemos, y da la casualidad, que siempre aparecen cuando ocurre un cataclismo.
En marzo de 2.010, erupcionó el volcán Eyjafjallajökull (Islandia), lo que llevó al cierre del espacio aéreo sobre la mayor parte del norte de Europa, alterando los planes de viaje de millones de pasajeros. Momentos después de la erupción, las cámaras de la cadena de informativos Sky News, canal de televisión de 24 horas de información, captó una imagen de un extraño objeto volador en forma de «V», entre la columna de humo y ceniza. Estas son las imágenes en pleno directo, que pudo ver todo el planeta.
Se rodaron muchísimas imágenes de esta erupción volcánica, y muchas de ellas muestran un objeto suspendido sobre el volcán. Analizadas las imágenes por expertos en imágenes de video, han corroborado que no corresponden a aves, que no saben decir qué es, pero evidentemente, las aves, ante el humo tóxico, las expulsiones de lava, el calor excesivo, en definitiva, ante el peligro real para su supervivencia, ningún ave volaría por esa zona, y menos un conjunto de aves tan perfectamente sincronizado en «V».
Desde la antigüedad, siempre que han ocurrido catástrofes naturales, se han divisado objetos en los cielos inexplicables, y más, si tenemos en cuenta que, siglos atrás, el ser humano no tenía aún la tecnología para volar. Entonces, ¿por qué esa dualidad «objeto en los cielos-catástrofe», desde tiempos remotos?. Obviamente, tiene que existir un nexo entre ambas, no puede ser casual.
El 14 de abril de 1.561, en la localidad de Nüremberg (Alemania), a la salida del nuevo día, y según las declaraciones de los testigos al Nüremberg Gazette, aparecieron unos tubos, que parecían cañones. En ese instante, los objetos, empezaron a librar una batalla en los cielos. Uno de esos testigos, el arquitecto austríaco Hans Glaser, reprodujo en un grabado de madera, lo que él observó esa mañana.
Esta octavilla es la que apareció, y narra las declaraciones de los testigos, y del propio Hans Glaser: «Fue vista «por muchas personas, varones y mujeres». Eran «esferas» de color rojo sangre, azulado y negro, o «discos anulares», cerca del Sol, «tres por ejemplo en fila / a veces cuatro en cuadrado, y también algunas solas / y también se han visto entre esas esferas algunas cruces de color sangre». Había también «dos grandes tubos» (o tres)… «en cuales pequeños y grandes tubos / estaban de a tres / también de a cuatro y más esferas. Y todos ellos comenzaron a pelearse entre sí». El fenómeno duró aproximadamente una hora. Luego «todo ello como ofuscado por el Sol / cayó a la Tierra desde el cielo como si todo ardiera / y con gran vapor desapareció poco a poco sobre la Tierra». También se vio, bajo las esferas, una figura alargada, «igual que una gran lanza negra».
Existe otro caso muy parecido, en la misma época, pero esta vez ocurrido en la ciudad de Basilea (Suiza). En una octavilla elaborada en agosto de 1.566, por Samuel Coccius (estudioso de las Sagradas Escrituras), donde se representa un fenómeno acaecido en dicha ciudad el día 7 del mismo mes.
En el momento de la salida del Sol «se vieron en el aire muchas esfera negras que hacia el Sol / se desplazaban con gran rapidez y celeridad / y también volviéndose unas contra otras libraban disputa / tornándose algunas rojas y fogosas / y luego se consumieron y disolvieron».
¿Qué significado podemos darle a estos acontecimientos?. En una época, donde no existían artefactos que volaran, es más, ni siquiera nadie se plantearía imaginarse o inventarse haber visto una lucha en los cielos, y menos aún, que muchas personas, en una misma localidad, detallaran los mismos hechos. ¿Qué sucedió ahí arriba?. ¿Por qué una batalla?. ¿Debemos los humanos temer una supuesta invasión, o por el contrario, sería muy beneficioso un contacto real para nuestros designios?. ¿Es posible que existan civilizaciones pacíficas que intentan salvaguardar nuestro planeta, y otras más exterminadoras, que devastarían nuestros recursos y la vida en la Tierra?.
Enrico Fermi, fue un físico italiano conocido por el desarrollo del primer reactor nuclear y sus contribuciones al desarrollo de la teoría cuántica, la física nuclear y de partículas, y la mecánica estadística. En 1.938 recibió el Premio Nobel de Física, por sus trabajos sobre radioactividad inducida y es considerado uno de los científicos más destacados del siglo XX.
En 1.950, Fermi se encontraba trabajando en Los Álamos. Durante un almuerzo con tres colegas del laboratorio (Emil Konopinski, Edward Teller y Herbert York), se pusieron a hablar sobre la posibilidad de viajar a la velocidad de la luz, de la propulsión de las naves espaciales y de vida extraterrestre. Entonces, Fermi planteó la pregunta: ¿Dónde están todos?. Fermi estimó que la Tierra tenía que haber sido visitada desde hace mucho tiempo por civilizaciones extraterrestres, y estas visitas habían sido una constante. Aquí nació la famosa «Paradoja de Fermi».
La paradoja, puede resumirse en la creencia común de que el Universo posee numerosas civilizaciones avanzadas tecnológicamente, combinada con nuestras observaciones que sugieren todo lo contrario, es paradójica sugiriendo que nuestro conocimiento o nuestras observaciones son defectuosas o incompletas. Es decir, la paradoja de Fermi, es la aparente contradicción entre las altas estimaciones de la probabilidad de la existencia de civilizaciones extraterrestres, y la falta de pruebas a favor o en contacto con tales civilizaciones.
Años más tarde, en 1.961, el astrónomo y pionero de la búsqueda extraterrestre (SETI), Frank Drake, postuló una fórmula mundialmente conocida como la ecuación de Drake. Todo empezó ante la pregunta: «¿Cuántas civilizaciones extraterrestres pueden existir en la galaxia que puedan comunicarse con nosotros?«. La ecuación que Drake creó es la siguiente:
N = R*· fp · ne · fl · fi · fc · L
- N es el número de civilizaciones en la galaxia con las que podemos esperar comunicarnos.
- R es el ritmo de formación de estrellas en nuestra galaxia (estrellas formadas cada año).
- fp es la fracción de esas estrellas que tienen planetas.
- ne es el número medio de planetas rocosos en la ecosfera de la estrella (la zona en la que puede desarrollarse la vida como la conocemos).
- fl es la fracción de esos planetas en los que se desarrolla la vida.
- fi es la fracción de los planetas con vida en los que se alcanza la inteligencia.
- fc es la fracción de las civilizaciones inteligentes que pueden y quieren comunicarse.
- L es el número de años de “vida” de una civilización que puede y quiere comunicarse.
En el capítulo «Los Círculos de las Cosechas (Parte II)», señalé que, Frank Drake, envió junto a Carl Sagan, un mensaje desde el radiotelescopio de Arecibo en 1.974, para la búsqueda de seres inteligentes en la galaxia. Esta es la explicación que dio Carl Sagan, en su mítica serie Cosmos, sobre la ecuación de Drake:
Cada persona, puede poner los parámetros que considere oportunos en la fórmula. Es una ecuación que se puede hacer de manera personal, según tus creencias, conocimientos, intuiciones, etc.
En 1.961, cuando se creó la ecuación, a Frank Drake le salía como resultado unas diez civilizaciones en toda la galaxia. En 2.004, revisando algunos de estos valores, Drake estimó que el nº de civilizaciones, podrían ser de 10.000. Incluso si pusiéramos valores muy bajos, más conservadores, el resultado sería de dos civilizaciones.
Los valores que Drake puso en 1.961, a cada parámetro de la ecuación, fueron los siguientes:
¿Por qué los valores van cambiando?. Porque obviamente, en 1.961, no teníamos la tecnología, ni los conocimientos que ahora poseemos. El estudio del Universo, de exoplanetas, de estrellas, de galaxias, el envío de sondas, el Hubble, etc… hacen que los valores cambien constantemente.
Drake eligió dar un valor de 1 para fl, es decir, consideraba que el 100% de los planetas capaces de albergar vida la albergan. Y esto, no es realmente así, debido al principo antrópico. El valor de fl más aceptado, está estimado en 0.33. El principio antrópico, indica que cualquier teoría sobre la naturaleza del universo, debe permitir nuestra existencia como seres humanos y entes biológicos basados en el carbono en este momento y lugar concretos del universo. Si se cambia cualquiera de las constantes sin dimensiones, que determinan el comportamiento relativo de las fuerzas fundamentales del Universo, no estaríamos aquí.
Si tú, te has preguntado alguna vez, ¿por qué existes?, es porque se han dado las condiciones necesarias, precisas e indispensables, para que tú te estés haciendo esa pregunta como ser inteligente que eres, sin importar la probabilidad, por muy pequeña que sea ésta, de que exista vida en el resto del Universo.
Siguiendo con los valores dados por Drake a su ecuación, respecto al parámetro fi, Drake consideró que un 1% de los planetas que desarrollan vida, llegan a tener vida inteligente. Este dato, en mi opinión es elevado y bastante optimista. Drake, en sus observaciones al cosmos, y todos los datos que poseía a mediados del siglo XX, consideraba que la mayor parte de las estrellas eran enanas rojas, que emiten poca radiación ultravioleta, haciendo que el ritmo de evolución en ese planeta, fuera un ritmo lento. El valor actual estimado para fi es 0.0000001.
En el parámetro L, solo nos podemos poner a nosotros como ejemplo. Nuestra civilización, tiene la capacidad de enviar ondas de radio, o naves al espacio desde hace muy poco tiempo, y más, si hablamos en tiempo del Universo. Es decir, apenas llevamos tiempo buscando, para poder encontrar rastros de otros mundos. También hay que considerar, que somos una especie autodestructiva. Así que, ¿cuánto tiempo vamos a conseguir permanecer en este planeta sin destruir todo lo que hemos creado, y por supuesto, sin destruirnos a nosotros mismos?. Drake le daba un valor de 10.000 años. ¿Permaneceremos pasado ese tiempo?.
El resultado N, con los datos de Frank Drake, es un dato bastante pesimista. Es decir, sólo en contadas galaxias, es probable que exista alguna civilización, con la capacidad y tecnología para comunicarse y que quiera hacerlo, y en la mayoría del Universo, ni siquiera eso. La especie humana, sí está intentando comunicarse con otros planetas, el problema es, que no sabemos con cuál. Las señales enviadas, se hace por «corazonadas», por «intuición» y cálculo de probabilidades.
Realmente, esta ecuación no puede ser experimentada. Por otro lado, aunque se demostrara de algún modo que N = 0.00001, ¿significa esto que deberíamos dejar de tratar de comunicarnos?. Mi opinión es que no debemos, nunca, dejar de buscar. El principal objetivo del ser humano, como especie inteligente, es su supervivencia, y será inevitable si queremos permanecer, conquistar otros mundos, abandonar nuestro planeta.
Nuestra generación no deberá hacerlo, ni seguramente muchas otras generaciones futuras, pero llegará el momento, por falta de recursos, porque hayamos destruido nuestro planeta, porque el sol se apague, porque una amenaza exterior nos obligue, o simplemente porque el ser humano, desde sus comienzos, lleva implícito en sus genes descubrir, conquistar, explorar… pero llegará el amanecer que, por primera vez, ningún ser humano contemplará, y el silencio se apodere de todo.
¿No es lógico pensar, que si existen otros mundos habitados, quieran descubrir otros planetas aptos para su supervivencia, y estudiar sus características, qué tipo de seres y especies coexisten, y cómo poder ser parte de él?. Para poder vivir en un planeta que no es el tuyo, lo primero que hay que hacer es comprender el funcionamiento de ese planeta y su entorno, toda su complejidad, sin ningún tipo de errores, porque no habría vuelta atrás posible.
¿Estamos destinados a ser los dioses para otros mundos?.