A 15 km al nordeste de Sanliurfa (Turquía), cerca de la frontera con Siria, actualmente está siendo excavado por arqueólogos una compleja estructura de piedras, levantada por recolectores y cazadores hace 11.500 años. Sanliurfa, era la original Ur de los caldeos, donde se dice que nació Abraham. El Libro de Enoch menciona que los Vigilantes, residían en la Alta Mesopotamia (donde se encontraba Caldea), cuando Abraham y su familia, los ancestros de los israelitas y judíos, emprendieron camino hacia Canaán, la futura tierra de Israel.
Misteriosamente, todo este complejo de piedras, pilares y esculturas, fue deliberadamente enterrado en el año 8.000 a.C., permaneciendo abandonado durante años. Su estructura se construyó para ser visto desde los cielos ¿Quién podía volar hace 11.500 años?. ¿Por qué se construyó y cuál era su función?.
En 1.994, un pastor de la zona, como otro día cualquiera, se levantó para trabajar. Cuando ascendió una colina con su rebaño, descubrió la punta de una piedra que sobresalía, y el pastor se dio cuenta que esa piedra era extraña. Así que empezó a excavar, y acabó desenterrando un pilar de casi 6 metros de altura. Las aristas eran muy precisas, y en el centro del pilar, había tallado un extraño animal. Este acontecimiento desencadenó que la comunidad científica se desplazara a la zona para excavar esa colina. Esa zona se ha convertido en el lugar de culto religioso más antiguo del mundo descubierto hasta ahora. Su nombre es Göbekli Tepe.
Los arqueólogos hacían dataciones de carbono-14 a medida que iban profundizando. Se ha desenterrado solamente un 10% de toda la estructura que permanece bajo tierra. Göbekli Tepe es una ciudad compuesta de círculos perfectos, y en el interior de cada círculo yerguen columnas de 6 metros de alto que pesan 15 toneladas cada una.
Este lugar, dobla la antigüedad de la historia de la humanidad, la época donde pensábamos comenzaron las civilizaciones. Este complejo tiene una antigüedad miles de años más que las pirámides y Stonehenge. Aún no se ha encontrado ninguna herramienta con la que cortaron la piedra, la pulieran… nada. Al igual que ocurriera con las pirámides de Egipto, se desconoce qué utensilios y herramientas se utilizaron para tal obra de ingeniería.
En las columnas están talladas las figuras de aves, mamíferos, insectos, e incluso seres humanos. ¿Por qué tallaron estas figuras?. ¿Qué significado tienen?. A 500 km de Göbekli Tepe, se encuentra el Monte Ararat, el lugar donde los creyentes y estudiosos de la Biblia, creen es el lugar donde se posó el Arca de Noé. ¿Hacen referencia los animales tallados, y la ciudad de Göbekli Tepe, a un arca en piedra?. Si esto fuera así, la estructura narra el acontecimiento de una catástrofe, el famoso diluvio que aparece en más de 2.000 mitos. Esto significaría, que la fecha del gran diluvio se retrasaría a la época de la última Era glaciar, mucho antes del período bíblico. ¿Es por este motivo que Göbekli Tepe se encuentra en lo alto de una colina, para salvaguardar la vida de los seres vivos de aquel diluvio o se construyó por otro motivo?.
¿Qué representan realmente los animales tallados?. Vamos a ver y analizar más detenidamente algunas columnas que han aparecido en Göbekli Tepe.
Por ejemplo, en esta columna, aparecen tres aves (A, B, C), que corresponden a las estrellas del «Triángulo de Verano» (aunque sería más correcto llamarlo el «triángulo de agosto»). Las tres aves, una representada por cada estrella son: Altair, Deneb y Vega (las estrellas más brillantes de sus constelaciones, las llamadas estrellas alfa), y conecta las constelaciones Águila, Cisne y Lira respectivamente.
Altair es la estrella alfa (la más brillante), de la Constelación del Águila. Los árabes, también veían en esta constelación una gran águila volando, por este motivo la llamaron elnars-el-tair, de donde derivó el nombre de Altair, estrella que ocupa la posición nº 12 de las estrellas más brillantes de nuestro firmamento. Deneb es la estrella alfa de la Constelación del Cisne, y la 18ª del firmamento. El nombre deriva del árabe dhaneb (cola), entendida como «la cola del ave» (dhanab ad-dajājah). Fue considerada la Estrella Polar durante miles de años. Vega es la estrella alfa de la Constelación de Lira, y la 5ª más brillante del firmamento. En un primer momento se la llamó Wega, y proviene de la palabra árabe wāqi‘ (cayendo, aterrizando).
El ángulo de las estrellas de la Constelación del Cisne, coincide con la forma del cuerpo del ave B, con los pies en la misma dirección que el cuello de la Constelación del Cisne. El ave C, corresponde a la estrella Vega.
El ave D, con alas hacia arriba forma la Constelación de Pegaso, compartiendo algunas estrellas de Andrómeda para formar las alas hacia arriba, y otra estrella de Pegaso definiendo las piernas en ángulo hacia fuera, en dirección a la derecha. La cabeza estaría formada por estrellas menores, donde las dos estrellas dentro de la cabeza, se corresponderían con los dos ojos en el plano.
Por debajo corre una línea divisoria, que podría representar la eclíptica o el ecuador celeste. Debajo de esta línea divisoria, estaría el escorpión (E). La cabeza del ave F, debajo del escorpión, corresponde a varias estrellas representadas principalmente por piscis. La parte izquierda del escorpión, combina algunas estrellas de acuario junto con estrellas de piscis. Algunas de las estrellas de acuario parecen representar parte de la cabeza y extremidades del jabalí (H).
El zigzag que se observa en la letra M, representa la Vía Láctea, que tiene aspecto de columna vertebral en forma horizontal. Una representación metafórica muy ajustada y exacta, de querer reflejar que la Vía Láctea es la «columna vertebral», la zona principal donde se asientan todas las estrellas de nuestra galaxia. ¿Cómo podían saber esto en aquella época?. Ese conocimiento hace 11.000 años sólo estaba al alcance de seres de otros mundos.
El animal J, representa probablemente una ardilla, haciendo referencia a la posición aproximada y la orientación de Casiopea (constelación conocida entre los nórdicos como la ardilla Ratatösk). La figura L, a la izquierda de la ardilla, es la Constelación de Perseo, y la figura N sería la Constelación de Hércules. El círculo K, sobre el ala izquierda del ave D, no corresponde con ninguna estrella fija en un mapa estelar actual. Se cree que podría representar otro objeto, como la luna llena o una supernova. Una supernova es posible, dada la concentración de estrellas a lo largo de la Vía Láctea, que aumentaría las probabilidades de una estrella brillante en esa ubicación.
Parece evidente que las figuras de las columnas, hacen referencia e intentan representar constelaciones. No sólo hay una conexión entre esta columna y las constelaciones. Vamos a analizar otra columna.
Esta columna presenta unos grabados más simples que la piedra anterior. Aquí la figura central es el jabalí (A), que coincide de forma muy estrecha con la Osa Mayor. Debajo del jabalí, aparece un jabalí mucho más pequeño (B), que es representado por las estrellas de la Constelación del Lince. Hay cinco estrellas brillantes que están claramente presentes en posiciones similares; tres (C, D, E) de la Constelación de Cefeo, y dos (F, G) de la Constelación del Dragón. Esto pone de relieve la ubicación de la estrella polar, que se produciría en el punto donde está la letra H, en un agujero en la roca, destinada a representar el punto de giro. Es decir, el centro sobre el que gira el universo, como una rueda alrededor de un eje.
Parece claro que quienes crearon la estructura eran conscientes de que sus cifras representaban constelaciones.
Esta piedra muestra lo que parece ser una grulla debajo de un zorro con una vaca arriba. La grulla y el zorro pueden encontrarse dentro de otra región del cielo nocturno apareciendo como la Constelación de Escorpio. La forma de la grulla coincide perfectamente con Antares, como la estrella Shaula (el aguijón). La parte superior de la constelación, son las estrellas que componen la frente del zorro.
Los círculos de piedra, están orientados norte-sur. Dado que el norte era una dirección de muerte y renacimiento, Göbekli Tepe es una referencia del movimiento de las estrellas circumpolares alrededor del polo celestial septentrional, porque en el año 9.500 a.C., no existía la estrella polar. Si utilizamos el programa astronómico Skyglobe, y retrocedemos hasta ese año, la única constelación que podía haber sido objeto de observación, era la Constelación del Cisne, que en la tradición popular europea sobre las estrellas, es el cisne celestial. En la Antigua Mesopotamia, el Cisne era visto como un velocirraptor, mientras que en mitología clásica se le ve como una especie de buitre, el símbolo de la trasmigración del alma en el culto a los muertos del Neolítico.
Cuando la función para la que fue construida, ya hubo terminado, Göbekli Tepe se enterró cuidadosamente, permaneciendo oculto miles de años, y la gente del lugar se trasladó a otro sitio. ¿Por qué no lo destruyeron o lo dejaron al aire libre, y emplearon tanto tiempo en enterrarlo?. ¿Cuál era realmente la finalidad de construir semejante ciudad?. Enterrar completamente Göbekli Tepe, sin dejar huella, tuvo que llevar muchos años. ¿Por qué emplear tanto esfuerzo y tiempo?.
Para construir Göbekli Tepe, fue necesario reunir en un solo lugar más personas de las que jamás se habían reunido hasta entonces. Los constructores lograron extraer, tallar y transportar piedras de 16 hasta 50 toneladas. ¿Cómo lo consiguieron si desconocían el uso de la rueda, de poleas, gruas, etc…?. Ni siquiera disponían de animales de carga. No existía la escritura, ni el arte cerámico, ni trabajar el hierro ni el acero. Göbekli Tepe está situada en una colina (la traducción de este lugar sería «montaña ombligo» o «montaña panzuda«), ¿cómo consiguieron subir las pendientes con piedras de tanto peso, sin las herramientas ni los medios posibles para ello?.
Si la teoría es que lo hizo esa tribu de ganaderos o cazadores que vivían en esa época en ese lugar, la respuesta sería inexplicable. Ni los datos ni la lógica apoyarían todas las teorías que emergieran de la posibilidad que fuera la raza humana quien construyó ese lugar. Simplemente habría que creerlo, sería una cuestión de fe, más que una cuestión científica y lógica.
Si nos apoyamos en la teoría que no fueron seres de este mundo quienes lo hicieron, al igual que parece ha ocurrido con muchos otros monumentos, donde la astronomía, física, matemáticas… y diferentes ramas de ingeniería, y apoyados por la lógica, dicen que son resultado de un conocimiento mucho más elevado de la época que ocurrieron, que el salto evolutivo fue tan abismal, que para ajustarnos a las conclusiones, sería como asegurar que un boeing 747 ha sido construido con una navaja suiza. ¿Esto qué significa?. Significa que la ciencia ha datado esa zona con una antigüedad de 11.500 años, y las personas que vivían en esa época, es totalmente imposible pudieran realizar semejante edificación, tanto por sus características técnicas (peso de los pilares, pulido y perfección de las mismas, sus perfectos círculos…), como su elevado conocimiento en disciplinas a años luz de su dominio (matemáticas, astronomía, astrología…).
Este planisferio muestra las áreas del cielo que están representadas por cada una de las piedras que han aparecido en Göbekli Tepe.
Si analizamos los animales, insectos, aves… que aparecen tallados en los pilares, y observamos la posición de los astros, del firmamento, de las constelaciones en idéntica conjunción a como aparecen en la piedra, esa información nos dirá exactamente, o en una aproximación muy ajustada, en qué momento, época concreta, fue construido Göbekli Tepe. Una buena referencia es la ubicación del sol, que normalmente se encuentra a lo largo de la eclíptica según su posición en el equinoccio de primavera (o vernal). El equinoccio de primavera agronómicamente es muy importante, ya que determina la época del año donde se comienza a plantar. Si retrocedemos en el tiempo, podemos ubicar la época en que el sol apareció entre las Constelaciones de Libra y Virgo. En los pilares descubiertos por ahora, el astro aparece representado por la vaca Hathor. Esta divinidad cósmica, es comúnmente representada como una diosa vaca con cuernos, los cuales sujetan un disco solar.
El primer ciclo del sol ocurrió hace 25.800 años. Esta fecha corresponde a los años que la Tierra tarda en completar un ciclo de precesión, que es el cambio lento y gradual en la orientación del eje de rotación de la Tierra, debido a las fuerzas que ejercen la luna y el sol sobre el ecuador de la Tierra. Esto significa que cada 2.150 años, avanzamos un Ciclo, una nueva Era. Para llegar a la cifra de 25.800 años, hay que pasar por 12 Eras (las doce constelaciones).
Ahora estamos en la Era de Piscis (por eso, el símbolo de Jesucristo son los peces). Anterior a Piscis, del 2.150 a.C. hasta el 1 a.C. fue la Era de Aries (el carnero). Anterior a Aries fue la Era de Tauro del 4.300 a.C. hasta el 2.150 a.C. Si vamos retrocediendo, llegaríamos a la Era de Virgo (12.900 a.C.) y a la Era de Libra (15.050 a.C.). Si nos basamos en estos datos, la disposición de los animales que aparecen en los pilares de Göbekli Tepe, nos están diciendo que la construcción se remontaría al año 13.000 a.C., cuando el sol estaba entrando en Virgo.
Hay que tener en cuenta, que el hecho de que los griegos midieran el sol en el equinoccio de primavera, no significa que los seres humanos que vivían hace 10.000 años lo hicieran. Pero sí está comprobado que abandonaron las armas para dedicarse a la agricultura y al cultivo, y para ello, sí era necesario conocer y saber manejar los ciclos, vital para que las cosechas prosperaran y para la supervivencia de la especie.
La fecha arqueológicamente aceptada de la antigüedad de Göbekli Tepe, está próxima al año 9.500 a.C., por lo que habría una diferencia de 3.500 años aproximadamente. Si tomamos esta fecha arqueológica como la correcta, esa fecha situaría al sol entre Cáncer y Leo en el momento del equinoccio de primavera.
Otro cálculo que se podría hacer, es basarse en la posición del polo y la identificación de la estrella polar. En el año 12.000 a.C., la estrella polar aparente era la estrella Vega (la más brillante de la Constelación de Lira). Pero esta teoría no parece encajar con la posición aparente del centro, que corresponde mejor a Polaris, nuestra actual estrella polar. Posicionalmente, el centro parece estar correctamente situado por encima de la Constelación del «gran jabalí», que correspondería a Polaris. Ninguna otra estrella parece encajar, a menos que el centro no estuviera destinado a representar el eje de la esfera celeste.
La última vez que Polaris apareció en ese lugar en el cielo, hubiera sido hace 26.000 años aproximadamente, según el actual método de cálculo utilizado. Así que existiría una discrepancia acerca de por qué la posición del centro fue asociada con la posición de la estrella polar del norte actual, la que podemos ver si miramos al cielo, y no con la verdadera estrella que aparecería en esas fechas, la estrella Vega.
Es muy posible que haya que esperar a que todo el complejo de Göbekli Tepe sea desenterrado. Los arqueólogos calculan que estarán excavando alrededor de 100 años, así que ninguno de nosotros será testigo de ver todo el complejo, y seguramente comprender las posiciones de las estrellas, incluso comprender por qué fue construido, cuál era su finalidad, por qué se enterró de forma cuidadosa y no se destruyó, o simplemente se abandonó. Es evidente que quienes lo enterraron, tenían un motivo evidente de preservarlo, ¿quizás para volver en un futuro?.
El Dr. Schmidt afirma que no existe ninguna explicación para la existencia de una elevada cultura en la Alta Mesopotamia a finales de la última Edad de Hielo, cuando el resto del mundo estaba todavía poblado por comunidades de cazadores-recolectores, preocupados por la supervivencia del día a día y poco más. Sin embargo, estos «seres anónimos», crearon algunas de las obras de arte más fascinantes del mundo antiguo, no siendo superadas en la actualidad.
Zecharia Sitchin, ha encontrado en el Dr. Schmidt, un colega que ha llegado por motivos de evidencias y de lógica, a las mismas conclusiones. Sitchin hablaba de los mitos y leyendas sumerios, que hablan de dioses llamados Anunnaki, que vinieron de otro mundo, proporcionando a los habitantes de aquí los conocimientos y los instrumentos y herramientas necesarios para el avance de la civilización. El Dr. Schmidt dijo: «Creo que existe una fuerte evidencia que sugiere que los «Vigilantes», y su prole, los Nefilim, eran realmente la élite chamánica o sacerdotal que fundó los centros de culto del Neolítico temprano de la Alta Mesopotamia».
NOTA: Para saber mucho más sobre los Annunaki, Nibiru y los Nefilim, y las teorías de Zecharia Sitchin, recomiendo leer el Episodio «La Verdadera Historia del Mundo», en este enlace: https://jorgepalazon.wordpress.com/tag/verdadera-historia-del-mundo/
Queda mucho por delante para desenterrar todo Göbekli Tepe, irán apareciendo más pilares, más esculturas talladas, se resolverán misterios y se añadirán nuevos. Pero hay respuestas, que aunque no sean las más verosímiles, son las más cercanas a la verdad. Este complejo significó un cambio de Era en la evolución de la especie homo. Los hombres que por allí vivían, cazaban para poder alimentarse, desconocían completamente las artes y las ciencias . Sus vidas se basaban en la supervivencia más cruda, en condiciones realmente duras, sin ningún atisbo de un cambio significativo.
Incomprensiblemente, las técnicas de construcción empleadas fueron empeorando. Los primeros círculos, son los más grandes y de mayor complejidad técnica y artística. Los círculos posteriores, cada vez eran más pequeños y sencillos, y anclándose al suelo con menos habilidad. Parece ser que finalmente la actividad cesó por completo hacia el año 8.000 a.C., momento en que enterraron todo el complejo. ¿Cómo puede ser que el primer círculo fuera perfecto, y según iban añadiendo círculos, cada vez se hicieran peor?.
No tiene ninguna lógica, excepto que ese primer círculo, fuera construido por seres que comprendían y controlaban las técnicas en todas sus vertientes, y que esos conocimientos tan avanzados, fueran legados a seres de este planeta, que aún teniendo los conocimientos teóricos, no manejaban la práctica. Jan L. A. van de Snepscheut dijo: «En teoría, no hay diferencia entre teoría y práctica. Pero en la práctica, sí que la hay». Y Göbekli Tepe es un claro ejemplo de ello.
La mayoría de la gente cree y piensa que no estamos solos en el Universo, pero sólo son una minoría los que se atreven a decir y afirmar que no lo estamos. (Jorge Palazón 24/06/2012).