Archivo mensual: febrero 2012

¿Cuántas personas puede soportar la Tierra?

Ya somos más de 7.000 millones de habitantes quienes vivimos en el planeta. ¿Somos muchos, quizá demasiados?. Es evidente, que podemos ser muchos más, y las estadísticas así reflejan que será, pero ¿tenemos recursos suficientes?. La respuesta es no. Este aumento de seres humanos es un grave daño a la subsistencia del planeta. Cuantos más somos, más corremos el riesgo de autodestruirnos. No hay alimentos para todos, ni trabajo para todos, ni sanidad para todos, y más aún, cuando el reparto es tan desigual, cuando hay muchísima gente que tiene demasiado, más de lo que necesitan para vivir. Y mientras más somos, menos tiempo queda y nuestra calidad de vida en muchos aspectos será mucho menor.

Jacque Fresco escribe y presenta conferencias sobre temas que abarcan desde el diseño holístico de ciudades sostenibles, hasta eficiencia energética, gestión de recursos naturales y automatización avanzada, enfocándose en los beneficios que esto traerá a la sociedad. Uno de los temas principales en los que trabaja Fresco es el concepto de una economía basada en recursos, que reemplace la necesidad de la economía monetaria orientada a la escasez que tenemos hoy día.

La población mundial aumenta en 2 personas cada segundo, 173.000 personas al día, más de 60.000.000 de personas al año. Cada nuevo ser humano, necesita comida, energía, agua, un lugar donde vivir, y en el mejor de los casos, muchas cosas más. Somos una amenaza para todas las especies que pueblan la Tierra, y nos estamos convirtiendo en la mayor amenaza para nuestra propia especie.

El aumento de la población es un tema complejo, complicado, porque afecta a una de las decisiones más personales que un ser humano puede tomar. Pero por alguna razón, seguramente genéticas, ignoramos esas señales de riesgo. Nuestra cultura, nuestro pasado, nuestro estilo de vida, nuestra experiencia, nos dice que no pasará nada concluyente, que todo será igual, pero no lo es. ¿Cuánto seguirá creciendo la población mundial?. ¿Cuál será el límite soportable antes del crack existencial?.

Más de 1.000 millones de personas carecen de agua potable, y la ciencia sabe que todo será más difícil a medida que la población siga aumentando. La Dra. Molly Brown, del Centro Espacial Goddard de la NASA, estudia y hace un seguimiento de las porciones de tierra en todo el planeta, ya utilizadas para el cultivo, y qué porciones están disponibles. Su conclusión es que hay que duplicar la cantidad de comida de la que disponemos, hay que hacerlo ahora, y obviamente, se va a necesitar de la ayuda de la ciencia para lograrlo.

Cuando el Titanic se hundió, los camarotes de 1ª clase, se fueron a pique con la misma rapidez que los camarotes de 3ª clase. Este hecho, refleja lo que puede suceder cuando ya no existan recursos, nadie está libre de ello, y el colapso llegará a cada individuo, sin importar su posición social, status, ni su dinero, ya que no valdrá nada cuando no hay nada que comprar, ni posibilidad de vender, ni recursos que explotar. Y esto que parece imposible, es muy probable que suceda, si el crecimiento global no se ajusta. El gran problema del ser humano, es que nunca aceptará un hecho, hasta que éste no suceda, y sea cuando intente poner remedio y tomar medidas urgentes al daño ocasionado. Ya se ha visto en temas ecológicos, fauna, crisis financiera, políticas de Estado, etc… Y seguimos sin aprender de nuestros errores.

A principios del siglo XX, vivían en el planeta menos de 2.000 millones de personas. En un siglo, en poco más de cien años, somos 5.000 millones de personas más. La población se ha triplicado en muy poco tiempo, y esto ha provocado que el mundo se haya transformado completamente. La densidad demográfica es uno de los factores en todos los problemas medioambientales, desde el desarrollo urbano, hasta la superpoblación urbana, desde la desaparación de los bosques tropicales, hasta los feos vertederos de los residuos plásticos. Y ahora, el inexorable aumento de la contaminación atmosférica. Cada vez es más difícil encontrar naturaleza virgen, y estamos sacando de su hábitat a muchas especies, con su consiguiente peligro de extinción.

Todos los nacimientos y fallecimientos, ocurridos en el mundo en los últimos 60 años se han contabilizado. Estos datos se guardan en el Edificio de las Naciones  Unidas en New York. Hania Zlotnik, es la encargada de custodiar toda esa documentación y analizarla. Hace proyecciones de futuro, y los resultados son estremecedores. Para mediados de este siglo (año 2.050), se espera aumente la población hasta llegar a los casi 10.000 millones de habitantes. Esto significa, que 3.000 millones de personas más, en poco menos de 40 años, necesitarán comida, energía, agua, y muchas más necesidades. Eso significa tener que acomodar a una población que supone más que la población actual, si sumamos Europa, África, Norteamérica y Sudamérica juntas.

Actualmente hay más de 1.000 millones de adolescentes, quienes una gran mayoría tendrán hijos, y muchos de esos adolescentes, tendrán unas condiciones de vida, que les permitirá llegar a ser abuelos, y vivir una vida plena. Los datos nos dicen, que 10.000.000 más vivirán en Gran Bretaña, 100.000.000 lo harán en EE.UU. La India superará a China como el país más habitado del planeta, pasando de 1.200 millones a 1.650 millones (450 millones más), mientras que China pasará de 1.350 millones a 1.410 millones (solo 60 millones más). Este crecimiento tan bajo de China, es debido a las políticas estrictas sobre natalidad, limitando los nacimientos a cada familia a un solo hijo.

Habrá países donde la población disminuirá, como en Japón, que pasará de los 130.000.0000 de habitantes a 100 millones (30 millones de personas menos), debido también a políticas estrictas, y que Japón, al ser una isla, tiene muy limitado su poder de crecimiento, su capacidad de agrandar las ciudades y prescindir del campo. Países como Rusia pasarán de 140.000.000 habitantes a 110 millones, Alemania de 82 millones a 74 millones y Europa del Este de 290 millones a 220 millones. Estas bajadas considerables en Rusia y Europa del Este, vendrán predeterminadas por ser países con bajos salarios, con una climatología dura, donde los recursos energéticos son imprescindibles para la subsistencia y para tener una calidad de vida mínima propicia.

En cambio, los países más pobres, sin apenas recursos, o con recursos muy limitados, son quienes padecerán los incrementos más rápidos de población. Afganistán tendrá el doble de población, de 28.000.000 a tener 50.000.0000. El África Subsahariana también se duplicará. Un país como Níger, se espera que triplique su población, de 15.000.000 a 45 millones. ¿Qué significa todo esto?. Significa que en los próximos 40-50 años, todo el mundo, cada persona, sea quien sea, se verá afectado por este cambio demográfico.

Cuando lleguen las sequías, hambrunas y enfermedades, por un exceso de población, la vida se acortará considerablemente. La historia de la Humanidad, es la superación de esos límites medioambientales, y costó mucho tiempo conseguirlo. En los últimos 10.000 años, (cuando nacieron las primeras civilizaciones), el aumento demográfico era una línea recta, sin aumentos significativos, siempre por debajo de 1.000 millones de habitantes, hasta llegar al año 1.800 cuando, repentinamente, se fue tornando totalmente vertical. la causa más importante de ese aumento, fue controlar los índices de mortalidad. Enfermedades infecciosas  como la viruela, cólera, sarampión, malaria, se consiguieron controlar. Era prácticamente imposible que a una familia, le sobrevivieran más de dos hijos, por eso la población apenas aumentaba. La media de vida tampoco era muy elevada, por lo que existía una mortalidad muy acentuada. Se podría decir que nacían y morían el mismo número de personas, por lo que la población estaba estancada. No somos conscientes que una vida sana y larga tiene consecuencias, que a día de hoy empieza a verse.

De momento, el planeta ha podido abastecer a la población humana, otra cosa es cómo administramos esa comida, de forma totalmente desigual. La Tierra empieza a tener señales evidentes de agotamiento. Y entre esas señales, el de un ingrediente fundamental para la vida, el agua. Un 70% del planeta está cubierta de agua, pero solo un 2,5% es agua dulce. Y de ese 2,5%, solo un 1% está disponible para uso humano. El resto está encerrado en glaciares y casquetes polares. Pero hay otro factor que debemos comprender sobre el agua. Hoy no hay más agua de la que había cuando apareció la vida sobre la Tierra. Ha cambiado su distribución, hay más agua en diferentes partes del mundo de la que había en ese lugar hace miles de años, pero sigue siendo la misma cantidad de agua que ha habido siempre.

Más de la mitad del agua dulce que hay en el mundo, se utiliza para cubrir nuestras necesidades. A transformar desiertos en terrenos de cultivo, a generar energía a partir de los ríos, y a construir ciudades en las zonas más áridas del planeta. Pero hay millones de personas que tienen que luchar cada día, para poder conseguir un poco de ese recurso básico. Más de 1.000 millones de personas ya no tienen acceso a agua potable, y estos datos empeorarán a medida que la población siga creciendo. Y detrás de cada dato, de cada cifra, hay una persona. En los próximos 20 años, la mitad de la población mundial, vivirá en zonas con auténticos problemas de agua.

Antes, el problema de la escasez de agua, solía deberse a una mala política, una mala infraestructura, a la pobreza, o por vivir en sitios muy áridos, y con pocas lluvias. Hoy día, el problema de la escasez viene dada por la presión demográfica. Ciudad de México, está considerara la octava ciudad más rica del mundo, por delante de Hong Kong, Moscú y Washington. Además, se beneficia de unas fuertes precipitaciones anuales, con gran cantidad de lluvias.

Pero su red de abastecimiento, empieza a ceder ante el trabajo de tener que llevar agua a más de 20.000.000 de habitantes, demasiadas para una misma ciudad. La octava ciudad más rica del planeta, ya ve cómo más de un millón de personas, se ven afectadas por cortes de suministro de agua cada día. Las reservas de agua de la ciudad, podrían acabarse en cuestión de meses.

Sabemos de dónde procede el agua que sale por nuestros grifos, pero no sabemos de dónde procede el agua de los refrescos y bebidas, desconocemos la cantidad de agua empleada en hacer la camisa que llevamos puesta, y en muchas otras cosas. Por ejemplo, la taza de café que te sirven cada mañana, necesita de 120 litros de agua, una hamburguesa 8.000 litros, una lata de cerveza 150 litros. Para cultivar el algodón suficiente que lleva una camisa, hacen falta 3.000 litros. Este impacto de la demanda humana sobre el agua, es tan evidente, que se puede observar claramente desde el Espacio.

El Mar de Aral, un lago de agua dulce de Asia Central. cubría en el pasado, una zona de 65.000 km2. En los últimos 40 años ha perdido más del 90% de su agua.

Los ríos que lo alimentaban, han sido desviados para regar el algodón en zonas de Uzbekistán y Kazajistán. En la actualidad, Uzbekistán es uno de los mayores productores exportadores de algodón en el mundo, pero a un precio demasiado alto. En la URSS se consideraba que el Aral era un «error de la naturaleza», y un ingeniero soviético había dicho en 1.968 que «es evidente para todo el mundo que la desaparición del Mar de Aral es inevitable». Esta es la vil excusa para defender los travases. En 1.960, era el cuarto lago más grande del mundo.

El Lago Chad, en el extremo sur del Sahara, fue drenado, y ahora es una décima parte de lo que era, debido a la sequía y a la sobreexplotación. De este lago, dependen 30.000.000 de personas.

En 1.960, el área cubierta por sus aguas era de 26.000 km2, una extensión similar a la superficie de la isla de Sicilia, lo cual le convertía en el cuarto mayor lago de África. En el año 2.000, su extensión se había reducido a menos de 1.500 km2, y en 2006 era de tan sólo 900 km2. Los pronósticos indican que el lago continuará reduciéndose e incluso acabará secándose a lo largo del siglo XXI.

En un futuro, suministrar agua no será el problema. La mayoría del agua disponible se destina a la agricultura. Eso significa que, la escasez de agua  a la que nos enfrentamos en un futuro, afectará a nuestra capacidad para producir el otro elemento indispensable y necesario para la vida, la comida.

La geógrafa de la NASA, Molly Brown, controla la producción de comida sobre la Tierra, usando los datos de los satélites de la NASA. Molly considera que ya hay indicios de que la agricultura global ha llegado a un límite natural. Las imágenes de los satélites, muestran que se está utilizando prácticamente toda la tierra disponible. Se está utilizando el 40% de la superficie de la Tierra para la agricultura. Mucha superficie es empleada para edificar y construir ciudades, y mucha es árida e inhóspita, con un clima adverso para el cultivo.

Hay que duplicar la comida que existe actualmente. ¿Cómo?. Aumentando la productividad, porque no existe más tierra a la que expandirse. El ser humano, ha conseguido sobreponerse a la adversidad en el pasado. Norman Borlaug, salvó millones de vidas en lo que se denominó la «revolución verde«.

Borlaug introdujo las semillas híbridas en la producción agrícola en 1.960. Consiguió crear variedades mejoradas de maíz y trigo, enseñó a los lugareños cómo sacar más productividad de los cultivos, con técnicas mejoradas, adelantos tecnológicos y la utilización de fertilizantes. Este avance provocó que, en Pakistán e India, se produjera un incremento de su productividad cinco veces más. Gracias a él, se han salvado más de 1.000 millones de vidas humanas. En 1.970, fue galardonado con el Premio Nobel de la Paz, por su contribución a paliar el hambre en el mundo.

Norman BorlaughLa fotografía dice: Norman Borlaug fue un científico. Su trabajo en organismos modificados genéticamente, ha salvado a más de mil millones de personas del hambre hasta el momento. La mayoría eran una raza diferente de él. Él no quería alabanzas, él no quería dinero, él no quería ser adorado. Su única motivación era la compasión humana y tú probablemente nunca hayas oído hablar de él.

Los países más ricos del planeta, están comprando miles de hectáreas de tierras en otros países del mundo, para poder exportar la comida de esas cosechas a sus propios ciudadanos. Arabia Saudí ha comprado terrenos en Sudán. Gran Bretaña lo ha hecho en Malawi, Ucrania y Angola. China ha hecho lo propio en países como Brasil, México, Kazajistán y Camerún. Resulta surrealista y paradójico, que esto esté sucediendo en países como Etiopía, donde muchos de los alimentos que se producen, son enviados a los países que son dueños de esas tierras, para venderlos a otros países, cuando Etiopía es un país que se muere de hambre, y los recursos que explotan no son suyos. Es decir, Etiopía produce comida para los mercados de la exportación, y depende de la ayuda internacional para alimentar a sus propios ciudadanos. Realmente no tiene sentido, es totalmente absurdo.

En ecología, hay un concepto denominado «capacidad de carga«. Es el cálculo de la población que puede soportar un entorno determinado. Si dividimos la productividad total de la Tierra, por el número total de personas, sabremos cuántas personas puede acoger el planeta. La biocapacidad productora de la Tierra, engloba la comida, el agua, y la energía que se produce en el mundo cada año, y se mide en hectáreas globales. Si compartiéramos de forma equitativa la biocapacidad productora de la Tierra, habría 2 hectáreas globales por persona. Pero la realidad muestra unos datos muy diferentes.

África utiliza 1,37 hectáreas, poco más de la mitad de lo que le correspondería. La India utiliza 0,89 hectáreas, menos de la mitad. China utiliza una parte justa, sus 2 hectáreas por persona. Europa utiliza 4,45 y Gran Bretaña 5,35 hectáreas, mucho más de lo que les corresponde. Si nos vamos a EE.UU., éstos utilizan 5 veces más de lo que les corresponde, casi 10 hectáreas globales por persona. El reparto está totalmente desequilibrado y repartido de forma injusta. La pregunta es, ¿a cuánta gente puede mantener la Tierra?

Si todos los humanos, consumiesen la media de los hindúes, la Tierra podría mantener a 15.000 millones de personas de forma equitativa y justa. Si consumiésemos tan poco como un ruandés medio, la Tierra podría mantener a 18.000 millones de personas. Pero si queremos vivir como un británico, la Tierra solo podría albergar y mantener a 2.500 millones de personas. Y sólo a 1.500 millones, si se quiere mantener el nivel de vida de un estadounidense.

El consumo a nivel mundial, ya está excediendo hoy día, la capacidad productora del planeta, no solo en términos de su capacidad para producir, sino también, a la capacidad para asimilar nuestros resíduos. Ahora mismo, necesitaríamos un planeta Tierra y medio, para poder mantener nuestro nivel de vida actual. Vivimos por encima de los medios que tiene nuestro entorno para sostenernos. Para que el Tercer Mundo, pudiera avanzar, y conseguir esas 2 hectáreas globales que le pertenecen, los países desarrollados deberían renunciar al consumo masivo. ¿Es un compromiso que la sociedad avanzada y que más gasta, está dispuesta a hacer?. Mi experiencia me dice que no se hará por iniciativa propia, sólo se hará cuando el planeta obligue realmente a ello, cuando el daño ya esté causado, y la única salida sea hacerlo por obligación.

La Humanidad necesita reducir su impacto sobre la Tierra urgentemente, y sólo hay tres formas de hacerlo: 1.- dejar de consumir tantos recursos. 2.- cambiar nuestra tecnología. 3.- reducir el crecimiento demográfico. Probablemente habrá que aplicar las tres.

Para la mayoría de la gente, que se les diga cuántos hijos debe tener, es una idea inaceptable. En China, la política del hijo único, aplicada a mediados de los años 70, sigue aún vigente. Si no se hubieran aplicado esa medida, ahora mismo habría 500.000.000 de personas más sobre el planeta, que es más que toda la población actual de EE.UU, España y Francia juntas. Resulta difícil pensar, que esa medida hubiera podido salir adelante en cualquier otro país, sin una oposición mayoritaria.

En la India, también se intentó una medida para controlar la natalidad. El Gobierno daba un pequeño incentivo económico, a quien se hiciera una vasectomia. Esta medida llevó a que se hicieran unas 80.000 esterilizaciones a la semana. Este programa atrajo a objetivos no deseados, personas que ya tenían familias numerosas, con más de cinco hijos. Aquellas familias con un sólo hijo o con dos, no se hicieron la vasectomia, por lo que la medida fracasó. Así que el Gobierno, esterilizó a toda persona que cometiera un delito como castigo. Una persona que viajaba en tren sin billete, se le esterilizaba. Esto llevó a que en 1.977, más de 8.000.000 de personas fueran esterilizadas.

Pero en la India, también existe un Estado, donde la sostenibilidad es perfecta. Esto quiere decir, que no es necesario llegar a tomar medidas drásticas para el control de natalidad. Kerala, es el Estado más alfabetizado de la India, llegando casi al 100% de la población. Una educación adecuada, ha hecho que las adolescentes, se conciencien y, quieran a su vez conseguir un nivel de vida óptimo. La ayuda de la anticoncepción es vital para poder conseguir dicho objetivo. La media de hijos en Kerala, es de 1,5. La mayoría de las familias tienen uno o dos hijos, es raro ver una familia que contenga tres hijos o más.

Tenemos que empezar a dejar de malgastar tanto, tenemos que empezar a dejar de contaminar tanto, si seguimos el mismo ritmo que hasta ahora, la temperatura de la Tierra subirá entre 2ºC y 3ºC. Este hecho reducirá muy considerablemente la comida y otros recursos, y la vida en la Tierra tendrá unas condicionas muy duras. Pero, ¿por qué si lo vemos venir, si la ciencia ya ha avisado de lo que va a ocurrir, no se hace nada al respecto?. La estupidez humana no tiene límites.

No prestamos atención a los efectos a largo plazo de nuestras decisiones como especie dominante e inteligente del planeta, sobre el entorno y las demás especies. En los océanos hemos agotado bancos de peces enteros, el 10% de los arrecifes de coral están degradados e irrecuperables, 1/3 de los anfibios de todo el mundo, 1/5 de todos los mamíferos y un 70% de todas las plantas, están actualmente en peligro de extinción.

A la hora de conservar nuestro mundo natural, el ser humano se puede apoyar en dos argumentos; 1.- una obligación moral como especie más inteligente del planeta, y proteger a todas las especies que han evolucionado junto a nosotros. 2.- nuestro propio egoísmo. Cuanto más dañemos el entorno, más daño nos estamos haciendo a nosotros mismos. Seguramente, el argumento más poderoso y las decisiones vendrán dadas por nuestro propio egoísmo.

Isaac Asimov, es una de las personas más inteligentes que han existido. Ha sido otorgado con 14 Doctorados Honoris Causa en distintas áreas, es la persona más prolífica en libros de la historia, y el más traducido. Pero también era bioquímico, y muchos de sus libros son de divulgación científica, no sólo de ciencia ficción. Y su opinión sobre la superpoblación es contundente.

Al terminar de leer este capítulo, ya seremos 6.000 personas más en el mundo, muchas especies habrán sido sacrificadas, más contaminación habremos vertido en nuestra atmósfera, ríos y océanos, más resíduos se habrán abandonado en lugares inadecuados. Y el tiempo se termina. Y no hacemos nada.

La Verdadera Historia de Laika

Oleg Gazenko, fue uno de los principales científicos que participaron en el programa soviético de animales en el espacio, fue el iniciador del programa Cosmos, para primates. Él seleccionó y entrenó a Laika, la perra que tripuló la nave Sputnik-2. Oleg murió en el año 2.007, y dejó para la posteridad una de las frases más conmovedoras sobre la utilización de un animal con fines científicos:

«Cuanto más tiempo pasa, más lamento lo sucedido. No debimos haberlo hecho….ni siquiera aprendimos lo suficiente de esta misión, como para justificar la pérdida del animal»

Todos hemos oído hablar de una perrita llamada Laika, y que subió al espacio. Pero la mayoría poco más sabría decir sobre la primera cosmonauta de la historia de la humanidad, cuál era su misión y su historia. El ser humano, y la ciencia sobre todo, utilizan los animales para experimentos, para el avance y el bien de la humanidad. Esa es la teoría, pero mi opinión, es que no hay nada de humanidad en ello. Y si para avanzar, para descubrir, tenemos que maltratar a las especies animales, más que avanzar, lo que hacemos es retroceder como especie.

El verdadero nombre de Laika era Kudryavka (su traducción sería «pequeña de pelo rizado»). Después la llamaron Zhuchka (bichito), y luego Limonchik (limoncito), para finalmente llamarla Laika, que significa “ladradora”. Esos ladridos, eran una señal del martirio que hicieron pasar al animal.

Laika era una perra callejera de la ciudad de Moscú, sin dueño, transitaba las frías calles de la capital rusa, cuando a la edad de tres años, fue capturada para el programa espacial soviético.

Laika fue entrenada junto con otros dos perros más (Albina y Mushka). Albina fue lanzada dos veces en un cohete, para probar su resistencia a las grandes alturas. El entrenamiento de estos perros, consistía en acostumbrarlos a un espacio muy reducido, con mucho ruido, aceleraciones y vibraciones. Este tipo de entrenamiento, era una auténtica tortura.

La adaptación de Laika a un espacio cada vez más pequeño, permaneciendo enclaustrada hasta 20 días, la provocó alteraciones en las funciones excretoras empeorando su condición física.  Según los científicos rusos, un perro callejero acostumbrado a luchar diariamente por la supervivencia, soportaría mejor los entrenamientos que un perro de raza, y además tenían más capacidad de aprendizaje, ya que nada les fue dado, ni comida, ni refugio, ni cariño, y tenían que sobrevivir a las inclemencias meteorológicas de una ciudad como Moscú.

En plena carrera espacial con los EE.UU, la Unión Soviética llevaba cierta ventaja, tras conseguir el primer vuelo al espacio no tripulado con la nave Sputnik-1, pero querían por todos los medios, ser los primeros en enviar una nave tripulada. Nikita Khrushchev, jefe del partido comunista, quería conmemorar el 40th Aniversario de la Revolución, con un vuelo tripulado que serviría para situarse en la cima de la conquista del espacio y de la supremacía rusa frente a EE.UU.

Los científicos rusos temían los efectos de la radiación solar y la gravedad en el organismo. Por este motivo, Serguéi Koroliov, diseñador de cohetes y figura clave en el desarrollo del programa ICBM ruso, jefe del programa espacial soviético, supervisor de los programas Sputnik y Vostok, y los planes para enviar un hombre a la Luna, dispuso satisfacer a Khrushchev enviando un perro en lugar de un humano.

3 de noviembre de 1.957, el Sputnik-2 se convierte en la primera nave espacial que transporta material biológico al espacio. Laika fue colocada en la nave el 31 de octubre, tres días antes del lanzamiento. El día del lanzamiento, la limpiaron el pelaje con etanol, y la pusieron yodo en las zonas donde se iban a colocar los sensores para medir sus funciones vitales. Estos signos eran seguidos telemétricamente desde tierra. Después del despegue, al alcanzar la máxima aceleración la nave, el ritmo respiratorio de Laika aumentó cuatro veces el ritmo normal, y su frecuencia cardíaca pasó de 103 a 240 latidos por minuto.

 

Este es el reducido habitáculo donde Laika permaneció en los entrenamientos, y dentro de la nave Sputnik. Laika llevaba puesto un traje espacial y un arnés que limitaba sus movimientos a prácticamente sentarse y tumbarse. Desde el traje también se monitorizaba su frecuencia cardíaca, respiración y presión arterial. Cuando la nave alcanzó la órbita, la parte de la nave que debía desprenderse, no lo hizo, por lo que parte del aislamiento térmico se desprendió, y la temperatura interior ascendió a 40ºC. Pasadas cinco horas del lanzamiento, ya no se registraban signos vitales, Laika había muerto. Las autoridades rusas, en un comunicado, dijeron que murió por asfixia, cuando las baterías fallaron. Se llegó a decir que permaneció con vida durante cuatro días, y que falleció por el sobrecalentamiento de la nave. Pero era mentira.

Laika nunca regresaría del viaje, porque sencillamente, no estaba planificado que la nave regresara. El Sputnik-2 no estaba preparado para volver a la Tierra. Todo se planificó en tan solo cuatro semanas, debido a la carrera espacial con EE.UU, los tiempos se acortaban, todo era impreciso, sin tiempo para planificar realmente nada sofisticado. De todos modos, qué más daba, solo se trataba de la vida de un animal. Los científicos ya tenían planificado sacrificarla con comida envenenada, que Laika consumiría pasados diez días en órbita o esperar que las reservas de oxígeno se agotaran. 

Los soviéticos anunciaron que murió por falta de oxígeno, sin dolor y apaciblemente, a la semana de estar en la órbita terrestre. Mintieron. Afirmaron que escucharon sus constantes vitales todos los días. Mintieron. La verdad salió a las luz 45 años después, durante el Congreso Espacial Mundial de Houston del año 2002, cuando el científico del Instituto de Problemas Biológicos de Moscú, Dimitri Maláshenko, declaró que Laika había muerto debido al calor y al pánico, a las pocas horas después del inicio de la misión debido a las altas temperaturas, el pánico y el estrés que mostraban los signos vitales no dejaban lugar a otras interpretaciones. No lo resistió.

El 28 de octubre de 2.002, la BBC publicó la siguiente noticia: “El primer ser vivo que viajó oficialmente al espacio no vivió alegremente una semana dando vueltas sobre la Tierra, sino que tuvo una muerte muy dolorosa.”  

El fallo técnico, elevó la temperatura de la cabina al expandirse el calor de uno de los motores, que no se desacopló en el despegue haciendo que su cubículo se recalentara provocando su dolorosa muerte entre 5 y 7 horas después del despegue. Los últimos registros de sus constantes vitales eran aterradores, su corazón latía cuatro veces más deprisa de lo normal, provocado por el pánico.

En un principio, la agencia de noticias soviéticas TASS, informó que Laika regresaría a la Tierra en paracaídas, ya que la propaganda soviética temía la reacción de sus ciudadanos y del mundo entero, para quienes Laika era mucho más que un perro. Laika se había convertido en héroe nacional de la URSS. La cúpula del poder, sabía de antemano que la Sputnik-2 no regresaría, pensaron que al enviar un animal, su muerte no causaría dolor ni estragos. Pero la sociedad rusa, y todos los países del mundo, vieron en Laika una cosmonauta que merecía los más altos honores y condecoraciones. Esto hizo que todo se encubriera, que todo pareciera un accidente y se guardara como Secreto de Estado. Laika no era solo un animal, sino un ser vivo maltratado y utilizado solo para intereses políticos, para ganar una carrera a su más inminente enemigo. Un animal que hizo que el mundo se estremeciera, que permaneciera atenta a los diarios, las radios, los boletines informativos, deseando que regresara a tierra con vida, sana y salva, como héroe  Nacional y de la Humanidad.

El Sputnik-2, dio un total de 2.570 vueltas alrededor de la Tierra, antes de desintegrarse el 4 de abril de 1958, a su reentrada en la atmósfera. Durante todo ese tiempo, Laika yacía muerta en la nave, pero se hizo inmortal para el mundo.

Después de Laika, ningún otro perro sería lanzado al espacio sin un plan para que regresara sano y salvo. La deliberada muerte de Laika provocó un debate mundial sobre el maltrato de animales, y los avances científicos a costa de la experimentación con ellos. Tanto fue la repercusión de su muerte, y la indignación de la sociedad, que en el Reino Unido, la Liga Nacional de  Defensa Canina, solicitó un minuto de silencio mundial en honor a Laika, y a todos los animales que han sufrido maltrato.

El 12 de abril de 1.961, Yuri Gagarin despegó en la Vostok, siendo el primer ser humano lanzado al Espacio. Tras estar un día en órbita, al regresar a la Tierra, dijo: «Aún hoy en día, no sé si soy el primer hombre o el último perro en volar al espacio«. Gagarin era el hombre elegido para ir en la Sputnik, pero lanzar a un ser humano se desaconsejó en ese momento. Gagarin, homenajeaba así a su antecesora espacial, sabiendo que él pudo surcar el Espacio gracias a Laika.

En 1.997, en la Ciudad de la Estrellas (pueblo al noreste de Moscú, en las proximidades de Shchólkovo, donde los cosmonautas se entrenan en el Centro Gagarin de entrenamiento de cosmonautas), fue inaugurada una placa en homenaje a los cosmonautas caídos. Laika está representada en una esquina de la placa, espiando por entre las piernas de uno de los cosmonautas.

En 1.964, se construyó en Moscú el Monumento a los Conquistadores del Espacio,  un mural por los «Héroes de la Patria«, y de todos los personajes que aparecen en el mural, sólo se reconocen dos nombres. Uno es Lenin, líder bolchevique, principal dirigente de la Revolución de Octubre y primer dirigente de la Unión Soviética, y el otro es Laika. Se la puede ver en el centro del mural, bajo el cohete espacial.

 

El 11 de abril de 2.008, se inauguró en Rusia, un monumento inmortalizando la proeza de Laika. El monumento está cerca de una instalación de investigaciones militares en Moscú, quienes prepararon el lanzamiento de Laika el 3 de noviembre de 1.957. Muestra a la perra sobre un cohete.

En distintos países se crearon sellos de correos con la imagen de la perra Laika, conmemorando su vuelo. El 9 de marzo de 2.005, un área de terreno en el planeta Marte fue llamada Laika, por los controladores de la misión del Mars Exploration Rover. El lugar se localiza cerca del cráter Vostok en Meridiani Planum.

Laika ha trascendido los límites de la ética, del «no todo vale», y se ha convertido en el animal más famoso y más importante de la humanidad. Su sacrificio, y la ignominia de quienes ejecutaron tal barbarie, consiguieron la inmortalidad de este animal, tanto es así, que es llamada «cosmonauta» como reverencia, con el más alto honor y distinción, esculpida y hecha monumento en las ciudades más importantes de Rusia, ciudades con bases espaciales.

La muerte de Laika es un ejemplo de quiénes no podemos permitirnos ser, y sí de quiénes debemos ser. Fue un paso enorme para la Humanidad, a un precio demasiado elevado, no por su valía económica, sino por el valor moral, humano, ético y científico que nos dejó. Adiós Laika.. Adiós.

La Humanidad engloba a cada ser humano, pero ser humano no engloba a toda la Humanidad (Jorge Palazón 04/02/2012). 

La Verdadera Historia del Mundo

El ser humano, necesita de verdades absolutas. Estas, nos dan seguridad en un mundo siempre en estado de cambio. La existencia de esas verdades, hace que nos centremos en asuntos más personales, que nos afectan más en nuestra vida diaria. La mayor parte de la gente, da por sentadas muchas «verdades» sin cuestionarlas, simplemente se inculcaron en nuestras mentes cuando éramos unos críos, y crecimos con ellas.

Un ejemplo claro de lo que trato de decir, son las religiones. Un bebé nacido en un país musulmán, crecerá con esa ideología, con esa creencia, porque los mayores se la inculcaron. Ese mismo bebé, si hubiera nacido en un país católico, habría crecido con una creencia totalmente diferente. Entonces, ¿cuál creencia es mejor?. ¿Cuál es más «verdadera»?. Si lo pensamos y razonamos, no tiene ningún sentido. Y la religión es una verdad absoluta, incuestionable, y en muchos casos se convierte en un estilo de vida y un pilar que condiciona la conducta. Y esto, también sucede en la ciencia. La diferencia estriba, que la ciencia sí es capaz de cambiar su mentalidad, de corregir los errores, de avanzar, de ser mucho más humilde que las religiones.

Y esa aceptación de que todo es cambiante, de encontrar respuestas cada día, fundamentadas en las pruebas, en el razonamiento, lleva a la ciencia a dudar de todo, porque considera que la vida es mucho más compleja de lo que creemos. Y este nuevo capítulo, es un viaje  para agitar la mente de que nada es lo que parece, para cuestionar que la vida, nuestro pasado, nuestros inicios, no fueron posiblemente como nos lo han contado.

La especie homo, surgió hace 2,5 millones de años. Antes de esa fecha, no debería haber indicios de que existieran, y menos aún, que fuera vida inteligente. Esto es lo que creemos, lo que nos dicen los libros de historia , y es probable que haya que reescribir todo de nuevo.

¿Se creó la vida en la Tierra como se nos ha contado?. ¿Fue todo gracias a un azar, a una intervención divina, a un proceso lógico, o por el contrario existen otras variables que expliquen cómo se originó todo?. Vamos a retroceder en el tiempo, a miles de millones de años.

Los estromalitos, son células que se agrupan en colonias formando rocas sedimentarias. Sus  fósiles unicelulares aparecen en todas las Eras geológicas y son los indicios más antiguos de vida en la Tierra, y su aparición se remonta a 3.500 millones de años, en fósiles encontrados en Warrawoona (Australia). Esto es lo más antiguo que conocemos como vida en la Tierra.

Los organismos pluricelulares aparecieron en la Era Ediácara. Eran en su mayor parte anélidos (lombrices y gusanos), celentéreos (medusas), y equinodermos (estrellas de mar), y su antigüedad se remonta a 750 millones de años. Con la aparición de animales de partes más duras, se pone fin a la Era Precámbrica, para dar paso a la Era Paleozoica (hace 542 millones de años).

Apenas existen fósiles de la Era Precámbrica, ya que en su totalidad, se trataba de seres con cuerpos blandos, y desprovistas de partes duras que pudieran fosilizar. Y repentinamente, aparecen un número ingente de seres nuevos, todo un misterio sin una explicación razonable. Se conocen cinco extinciones masivas en la historia del planeta. Lo más llamativo, es lo repentino de cada suceso, las especies que se extinguieron, siendo una forma demasiado selectiva, y que siempre, después de cada extinción,  surgiera una especie nueva dominante mucho más evolucionada e inteligente, surgida de la «nada».

Nos enseñaron que la vida en la Tierra, surgió a partir de materia sin vida, inorgánica, y que en un caldo primitivo, gracias a la electricidad generada por las tormentas, repentinamente, surgieron proteínas complejas. La forma de vida más pequeña conocida es la célula, y de una primera célula debió surgir todo. Pero, ¿de dónde salió esa primera célula?.

Para la formación de células, se requiere de muchas proteínas, y la proteína más simple que puede concebirse, consta de 239 moléculas. Así que una molécula de proteína, constituye un gran número de aminoácidos y enzimas, que deben unirse en un orden establecido, nada de azar. El profesor James F. Coppedge (director del Centro de Investigación de la Probabilidad Biológica), calculó la probabilidad para que ocurriera dicho suceso. El resultado era 1:10 elevado a 23, es decir, 1 posibilidad contra 10.000.000.000.000.000.000.000. En ese caldo original, se dio exactamente la probabilidad para que la célula naciera. Para que tomemos constancia de que ocurriera ese hecho, la probabilidad de que aciertes la Lotería Primitiva es de 1 entre 14 millones. Así que sería más probable que te tocara en vida, a ti y toda tu familia, la Lotería Primitiva, Euromillones, Bonoloto y El Gordo, cientos de miles de veces, cada vez que jugaras, cada semana, te tocaría el premio máximo, que hubiera surgido una célula en esas condiciones.

Y esa célula, en unas condiciones adversas para la vida, con una atmósfera llena de metano y amoníaco, radiación ultravioleta, etc… y donde el oxígeno sería un veneno mortífero, tuvo la capacidad de reproducirse. Y esto sólo se puede conseguir teniendo una cadena de ADN, por muy simple que fuera esa cadena. Lo fue transmitiendo a generaciones de células, hasta que se formó una bacteria. Una bacteria, ya tiene una función, ya posee información de lo que debe hacer. De la «nada», del azar más increíble de todos los tiempos, se creó una célula, la cual, por causas increíbles, consiguió transmitir ADN para crear vida «inteligente», con una función esencial y precisa.

El Premio Nobel, George Wald, publicó en 1.954, en la revista Scientific American, que la ciencia demostró que la vida pudo aparecer por casualidad diciendo: «El tiempo lo hace todo, lo imposible se hace posible, lo posible probable y lo probable cierto.» Dios queda entonces excluido, porque encontramos el origen de la vida sin necesidad de un Creador. Aún así, su razonamiento me parece demasiado vacío para tomarlo como válido. Solo hay que esperar a que el milagro surja, solo hay que darle el tiempo «necesario» para que suceda.

Cinco años más tarde, el profesor Harold Morowitz, físico de la Universidad de Yale, calculó la probabilidad de que la bacteria más sencilla, fuera producida mediante modificaciones accidentales. El resultado era 1:10 elevado a 100.000.000.000, es decir, un número gigantesco para creer en la casualidad. Esto, obviamente, echaba por tierra la teoría de Wald. Haría falta infinidad de tiempo, para que esa probabilidad se diera, millones de millones de millones de miles de millones de años, y así, sucesivamente. Wald era un gran biólogo, pero un nefasto matemático. Wald sólo conjeturó un cálculo cualitativo, no cuantitativo, como hicieron muchos científicos después.

Desde hace décadas, ningún científico serio y honesto acepta que la vida se haya originado por casualidad. Esta teoría es considerada matemáticamente imposible. No existió el tiempo suficiente para que esas casualidades se dieran. El científico George Ferrows, calculó que la probabilidad de que apareciera la entropía (medida del desorden, de la incertidumbre), o la ley de gravedad por sí mismas, es de  1:10 elevado a 123. Por lo tanto, es imposible que algo ocurra por casualidad cuya probabilidad es tan sumamente elevada.

El profesor Bruno Vollmert (autor del libro «La molécula y la Vida»), profesor de Química Macromolecular, dedicó muchos años a investigar la creación de ADN en laboratorios de primer nivel, avanzados tecnológicamente. Su conclusión es aplastante: «No es posible que el ADN se haya producido de forma espontánea«. También dejó en evidencia, la dificultad y la práctica imposibilidad de que surja una clase superior evolutiva de forma repentina, como sucedió después de cada extinción masiva.

El profesor Fred Hoyle (director de Astronomía Teórica de Cambridge), y el profesor Nalin Chandra (director de Matemáticas Aplicadas de la Universidad de Cardiff), llegaron a la conclusión que, concibiendo o aceptando que el caldo primitivo contuviera 20 aminoácidos esenciales, la probabilidad para producir una sola enzima que funcionara, es de 1:10 elevado a 10N. Antes de que «N», llegue al número 100, la cantidad de ensayos para producir dicha enzima, habría superado el número de átomos de todas las estrellas del Universo.

Todos estos datos, nos llevan a una reflexión, a una conclusión, que nos dice que la creación de la vida, por muy simple que ésta fuera, es un hecho realmente improbable, demasiado imposible de que surgiera, ni siquiera por azar, en un espacio de tiempo tan pequeño, y en unas circunstancias tan adversas. Entonces, ¿cómo surgió realmente la vida?.

El celebre autor de «Crónicas de la Tierra», Zecharia Sitchin, depués de más de 30 años de investigación, poseyendo los objetos y los textos más antiguos de los que se puede disponer, llegó a la conclusión que las antiguas civilizaciones (mucho más antiguas y esplendorosas de lo que suele creerse), fueron el producto del conocimiento que trajeron a la Tierra los Anunnaki, es decir, «los que descendieron del Cielo a la Tierra».

Sitchin, es una de las contadas personas en el mundo, capaz de leer los textos sumerios. La Civilización de Sumer, son la primera forma de civilización humana conocida, establecida hace 6.000 años. Esta civilización, dejó plasmado en tablillas de arcilla y sellos cilíndricos, pruebas y evidencias, donde se relata visitas de seres de otros mundos, y datos astronómicos sorprendentes, que una civilización de esa antigüedad era imposible que conociera.

Este sello, expuesto actualmente en un Museo de Berlín, muestra el Sistema Solar, con el sol en el centro. La Teoría Heliocéntrica, no se demostró hasta el año 1.549, cuando Nicolás Copérnico lo pudo demostrar. Antes de eso, se pensaba que todo, estrellas y planetas, giraban alrededor de la Tierra (Teoría Geocéntrica), siendo nuestro planeta el centro del Universo (teoría apoyada y defendida por filósofos como Platón y Aristóteles).

Si nos fijamos en la imagen del Sistema Solar, en la parte superior, entre las cabezas del personaje central y el de la izquierda, se puede ver claramente al Sol, mucho mayor en tamaño que los planetas que lo rodean, y el número de estos planetas es exactamente nueve. El planeta Plutón, no se descubrió hasta el año 1.930. ¿Cómo podían saber hace 6.000 años, que el Sol era el centro del Sistema Solar, y que estaba acompañado por nueve planetas?. La respuesta no deja lugar a ninguna duda, solo podían saberlo por conocimientos transmitidos por seres que no pertenecían a este planeta.

Si nos fijamos nuevamente en esa parte de la escena, podemos ver un décimo planeta, que está fuera del círculo de los nueve planetas. Ese planeta X, es llamado por los sumerios Nibiru, de donde provenían los Anunnaki o «Gigantes Celestiales». Este planeta, hace una elipse de 3.600 años alrededor del Sol.

Si miramos detalladamente las tres figuras, parecen tener las mismas proporciones, ser de la misma estatura. El personaje que está sentado, representa a un dios. La medida existente entre las rodillas, y la cintura, nos hace ver que, si se levantara de su trono, sería mucho más alto que las otras figuras que permanecen de pie. Esto es un fiel reflejo de las escrituras que dejaron los sumerios en diversas tablas, donde se dice que los Anunnaki, medían 1/3 más que los seres humanos actuales.

Los textos sumerios, nos hablan que los Anunnaki llegaron del espacio, aterrizando en la zona entre el Tigris y el Eúfrates, y empezaron a montar una colonia llamada E.DIN. Según el Génesis, en el Edén (E.DIN), Adán (nombre dado como E.DIN), fue creado a partir del polvo, y Eva a partir de una de sus costillas. Una de las misiones de los Anunnaki, era la recogida de oro, para transportarla a su planeta, ya que era una materia prima y un mineral, con el que conseguían energía. Pero se dieron cuenta que necesitaban abundante mano de obra para acelerar el proceso, así que mezclaron esperma de un Anunnaki, con el óvulo de una especie primitiva, de una raza prehistórica, cuyos restos están apareciendo actualmente en África, como es el caso de la famosa Lucy, descubierta en Etiopía, y que representa el esqueleto bípedo más antiguo encontrado, con una antigüedad de 3,2 millones de años.

En esta escena se puede apreciar, la diferencia de tamaño entre un Anunnaki, y una especie como Lucy, que rondaba el 1’20 metros. Se podría afirmar, que los Anunnaki fueron los creadores de la esclavitud. Esos seres medían entre dos y tres metros, tenían el pelo blanco, piel pálida, casi albina, ojos azul claro y vestían túnicas blancas, y no llevaban calzado. Se comunicaban por el sonido y por telepatía.

La mezcla de los genes Anunnaki y la especie terrestre, produjo un híbrido que se convirtió en lo que denominamos «hombre de Cro-Magnon», el hombre moderno. En la Bíblia, se dice que cuando los hijos de los dioses vieron a las hijas de los hombres, las desposaron, y de sus úteros nacieron gigantes. El Señor, creó el diluvio para destruir toda la vida de la tierra. El libro apócrifo de Baruc  (el secretario de Jeremías), describe cuántos gigantes (titanes) murieron, un total de 409.000 titanes, pero unos pocos sobrevivieron, aunque su reinado en la tierra se acabó, y los humanos se convirtieron en la especie dominante.

En el libro apócrifo de Enoch (bisabuelo de Noé),  que tiene más de 5.000 años de antigüedad, Enoch narra cómo dos hombres muy altos le llevaron al cielo. Las palabras exactas que Enoch dijo fueron: «Ante mí, aparecieron dos hombres enormes, como no he visto nada igual en la Tierra. Sus rostros brillaban como el sol, sus ojos eran como una luz ardiente. Me alzaron y me llevaron al primer cielo. Y vuelan con sus alas, y van de un planeta a otro. Vi ante mí a los ancianos, los Guardianes del Orden Celestial».

Las excavaciones y extracciones de oro, se iniciaron en Mesopotamia, y se extendieron por toda la parte oriental de África, gracias a la creación de nueva mano de obra que los Anunnaki desarrollaron. Enki, llamado Nudimmud (el Hacedor, el Creador, el Dador de vida), era el dios de la antigua Mesopotamia. Es el creador de la humanidad, según lo que se cuenta en la leyenda épica acadia de Atrahasis, únicamente con el propósito de liberar de su trabajo a los dioses, fue quien utilizó un homo erectus, para satisfacer las necesidades de los dioses.

El primero que nació de esa unión, fue llamado «Lúlu», y no tenían la capacidad de procrearse. Se manipularon genéticamente para que sí pudieran reproducirse y dar lugar a una especie mejorada. El Señor de los Anunnaki no aceptó lo que sus hombres habían hecho, y fue quien anunció un diluvio exterminador.

Se ha demostrado científicamente, que todos los seres humanos actuales, el hombre moderno, procede de una misma mujer. Esa mujer es llamada la Eva Mitocondrial, una mujer africana que, en la evolución humana, correspondería al ancestro común más reciente femenino que poseía las mitocondrias. El genoma mitocondrial sólo se puede obtener de la madrey si retrocediéramos en el árbol genealógico de la especie humana, llegaríamos  a la mujer de la cual desciende toda la población humana actual. Las pruebas demuestran que, basándose en la técnica de reloj molecular, se estima que este ancestro vivió hace aproximadamente 200.000 años, en la región del África Oriental.

Así como las mitocondrias se heredan por vía materna, los cromosomas «Y» se heredan por vía paterna. Por lo tanto es válido aplicar los mismos principios con éstos. El ancestro común más cercano por vía paterna ha sido apodado Adán cromosómico. Sin embargo es importante aclarar que, de acuerdo a lo que la ciencia actual es capaz de explicar, éste último no vivió en la misma época que la Eva mitocondrial, sino hace unos 75.000 años, con más de 100.000 años de diferencia. Esta diferencia abismal de años, es otra prueba científica que deja entrever que fueron una especie de otro mundo, quien inseminó a una especie de nuestro planeta, un homínido aún por evolucionar.

En 1.838, en Kimberley (Australia), se descubrieron una serie de pinturas rupestres, donde se encuentran las que representan a los Wondjinas. Los aborígenes afirman que no fueron sus antepasados quienes pintaron estas imágenes, sino que fueron los mismos seres ahí representados, quienes bajaron del cielo y realizaron esas imágenes en las cavernas.

Analizada la antigüedad de estas pinturas, realizadas en base a fósiles de un avispero instalado sobre las pinturas, las investigaciones cifran su antigüedad en más de 17.000 años. Paralelamente, se hallan en otras zonas de Australia restos humanos que datan de hace 200.000 años, cuando se creía que la aparición de la raza humana fue hace 70.000 años en esa zona. Junto a los restos, se encontraron herramientas de grandes dimensiones (algunas de 16 kilos de peso), que es imposible fueran fabricadas por y para  humanos de complexión normal. También se han desenterrado picos de 32x 22 cm y 4’2 kg, hachas de dos filos de 8 kg. Y lo más impactante, en 1.970, se descubrió una huella humana de 59 cm de largo x 18 cm de ancho. Esta prueba, también coincide con relatos y sellos, que nos hablan de seres que medían 2’5 metros, y que hablan que los Anunnaki, eran 1/3 más grandes que el ser humano moderno.

Como se puede observar, su apariencia era de unos humanoides, con ojos grandes, no se observa que tengan boca, y la mayoría de las veces con una especie de aura (posiblemente una escafandra como la que llevan los astronautas). Esto concuerda con textos sumerios que dicen se expresaban telepáticamente o por medio de sonidos. Posiblemente, si tuvieran trajes espaciales, la comunicación entre los seres que iban en su interior, fuera mediante transmisores, o si es una especie muy avanzada, pueda controlar la telepatía o el intercambio de información mentalmente mediante algún otro proceso desconocido para nosotros. El símbolo que siempre acompaña a los Wondjinas, es la serpiente emplumada, como ocurre en otras civilizaciones misteriosas como Quetzalcoatl y Kukulcan. Es muy importante resaltar que, nuestros antepasados, siempre dibujaban aquello que veían. 

Cada vez que aparece un resto arqueológico de un esqueleto o cráneo, que no pertenece a ninguna familia homo que conocemos, los arqueólogos se esfuerzan en expandir el árbol genealógico, tratan de colocar ese nuevo tipo, y cuando no consiguen crear ni explicar una conexión plausible, simplemente, dicen que se debe tratar de una especie aún por reubicar, o se trata de un eslabón perdido. Y hechos como este, son una constante, porque para muchos, es muy difícil aceptar, que existe otra posibilidad, una probabilidad donde existen pruebas, que nos dice que la vida, como la conocemos, posiblemente no se generó en nuestro planeta.

En nuestros días, diferentes países e instituciones, entre ellos la NASA, llevan tiempo investigando e intentado hallar exoplanetas, para poder, en un futuro, albergar vida en ella. Se estudia terraformar un planeta, hacerlo habitable para la raza humana. Los recursos de nuestro planeta no son eternos, y menos lo será según tratamos nuestro hábitat, con el crecimiento masivo de nuestra especie, y con el daño que hacemos cada segundo a nuestro hogar.

Nuestro deber, nuestra obligación como raza superior, como especie inteligente, es intentar conquistar el espacio, intentar buscar nuevas formas de vida, comprender nuestro lugar en el cosmos. No es extraño ni desproporcionado pensar que, seres de otros mundos, mucho más avanzados que nosotros en todos los campos, disciplinas y tecnología, encontraran hace millones de años nuestro planeta, y vieron el potencial para crear aquí vida. ¿No es eso lo que nosotros queremos hacer hoy en día?.

Ahora mismo, hoy, tenemos la capacidad de la clonación, de modificar el ADN, de destruir, de crear, de ir al espacio, de ser los «dioses» de nuestros designios, y de todas las especies vivas de este planeta, animales, plantas, organismos microscópicos. No se tardará mucho en poder alargar los años de vida, poder manipular los telómeros, conseguir que el ser humano viva 150 años. Podemos ser exterminadores y autodestruirnos, o podemos ser la única alternativa a que la vida no desaparezca. Y hay mucha gente, que lucha por avanzar, ética y científicamente, que buscan respuestas. Y estamos en ese camino, en una senda por donde muchos temen caminar, simplemente porque existen otros caminos más concurridos y transitados, pero no por ello se convierten en la mejor opción para llegar al destino correcto.